China anunció este viernes 31 de mayo el establecimiento de una “lista de entidades no fiables” en la que incluirá a firmas, organismos y personas extranjeras que “dañen gravemente los derechos e intereses legítimos de las compañías chinas “, medida tomada apenas 12 días luego de que el gobierno estadounidense incluyera a Huawei en su propia lista negra de compañías extranjeras.
El Ministerio de Comercio hizo pública esta iniciativa, aunque no especificó qué ocurrirá con las compañías que figuren en ella; sí avanzó que las “medidas específicas serán anunciadas en un futuro cercano”.
El portavoz de la institución, Gao Feng , explicó que serán incluidas en la lista las entidades o personas que “no cumplan las reglas del mercado , se salgan del espíritu de los contratos o impongan un bloqueo o confisquen a empresas chinas para propósitos no comerciales, lo que daña gravemente sus derechos e intereses legítimos”.
El establecimiento de esta lista negra se produce tan solo dos semanas después de que Washington incluyese al gigante tecnológico Huawei , al que acusa de ser un peligro para la seguridad nacional, en una lista de compañías y personas a las que se prohíbe el acceso a tecnología estadounidense .
Aunque no aludió directamente al caso, Gao justificó la decisión al asegurar que “con propósitos no comerciales, algunas entidades extranjeras violan las reglas normales del mercado (…) e imponen bloqueos y otras medidas discriminatorias contra compañías chinas”.
Estos hechos, agregó el portavoz, “ponen en peligro la seguridad nacional y los intereses de China , y amenazan las cadenas industriales y de suministros a nivel mundial”, lo que genera “un impacto negativo en la economía global y menoscaba los intereses de empresas relacionadas y consumidores”.
Pekín cree que, con esta medida, está “salvaguardando las reglas económicas y comerciales internacionales y el sistema comercial multilateral “, y “oponiéndose al unilateralismo y al proteccionismo comercial”, términos que se han ido fijando en la retórica utilizada por el régimen comunista desde que el presidente estadounidense, Donald Trump , diese inicio a la pugna arancelaria.
En los últimos días, China ha amenazado a Estados Unidos a través de la prensa oficial y de los portavoces ministeriales con diversas “contramedidas” y represalias tras la ruptura temporal de las negociaciones para resolver la guerra comercial.
Mientras que Pekín había respondido a los nuevos aranceles de Estados Unidos elevando también las tasas a la importación del país norteamericano, la protesta por el veto a Huawei hasta ahora se había limitado a quejas formales sobre lo que consideran un “abuso de la seguridad nacional” y una “sanción comercial unilateral”.
La respuesta de Washington no ha sido favorable a las protestas chinas y, de hecho, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo , advirtió este viernes a sus socios europeos de que cambiará su “conducta” con respecto a la información que comparte con ellos si no toman medidas contra Huawei .
Con información de EFE
El Ministerio de Comercio hizo pública esta iniciativa, aunque no especificó qué ocurrirá con las compañías que figuren en ella; sí avanzó que las “medidas específicas serán anunciadas en un futuro cercano”.
El portavoz de la institución, Gao Feng , explicó que serán incluidas en la lista las entidades o personas que “no cumplan las reglas del mercado , se salgan del espíritu de los contratos o impongan un bloqueo o confisquen a empresas chinas para propósitos no comerciales, lo que daña gravemente sus derechos e intereses legítimos”.
El establecimiento de esta lista negra se produce tan solo dos semanas después de que Washington incluyese al gigante tecnológico Huawei , al que acusa de ser un peligro para la seguridad nacional, en una lista de compañías y personas a las que se prohíbe el acceso a tecnología estadounidense .
Aunque no aludió directamente al caso, Gao justificó la decisión al asegurar que “con propósitos no comerciales, algunas entidades extranjeras violan las reglas normales del mercado (…) e imponen bloqueos y otras medidas discriminatorias contra compañías chinas”.
Estos hechos, agregó el portavoz, “ponen en peligro la seguridad nacional y los intereses de China , y amenazan las cadenas industriales y de suministros a nivel mundial”, lo que genera “un impacto negativo en la economía global y menoscaba los intereses de empresas relacionadas y consumidores”.
Pekín cree que, con esta medida, está “salvaguardando las reglas económicas y comerciales internacionales y el sistema comercial multilateral “, y “oponiéndose al unilateralismo y al proteccionismo comercial”, términos que se han ido fijando en la retórica utilizada por el régimen comunista desde que el presidente estadounidense, Donald Trump , diese inicio a la pugna arancelaria.
En los últimos días, China ha amenazado a Estados Unidos a través de la prensa oficial y de los portavoces ministeriales con diversas “contramedidas” y represalias tras la ruptura temporal de las negociaciones para resolver la guerra comercial.
Mientras que Pekín había respondido a los nuevos aranceles de Estados Unidos elevando también las tasas a la importación del país norteamericano, la protesta por el veto a Huawei hasta ahora se había limitado a quejas formales sobre lo que consideran un “abuso de la seguridad nacional” y una “sanción comercial unilateral”.
La respuesta de Washington no ha sido favorable a las protestas chinas y, de hecho, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo , advirtió este viernes a sus socios europeos de que cambiará su “conducta” con respecto a la información que comparte con ellos si no toman medidas contra Huawei .
Con información de EFE
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