La charcutería hace un tiempo atrás, era el “resuelve” de muchas familias caroreñas, de manera común se podía incluir en el mercado semanal estos productos que no podían faltar en la mesa venezolana, eran esenciales para los desayunos de los niños antes de ir al colegio.
Con el paso de los días, se ha vuelto un lujo consumir jamón, queso amarillo, mortadela debido a los altos costos, afectando mayormente al ciudadano que percibe ingresos salariales mínimos que no le queda otra opción que priorizar a la hora de adquirir los alimentos.
“Las ventas han mermado mucho” afirmó la propietaria de un establecimiento comercial de la ciudad, quien indicó que las personas compran un poquito de cada producto para poder garantizar el consumo a sus familias. Los charcuteros para rebuscarse, optaron por armar bandejas de recortes que son vendidas a precios más económicos.
Los costos del queso de res, jamón de pierna, espalda, queso amarillo y mortadela actualmente van desde los 20.000 hasta los 50.000 Bs.S, dependiendo del tipo de embutido y marca, precios que se dispararon luego del último incremento del salario mínimo, decretado a inicios del mes de mayo por el ejecutivo nacional.
Muchos de los consumidores consultados aseguraron no haber podido comprar más jamón y queso amarillo por los precios tan altos, por lo que recurren a adquirir la mortadela o bologna que suele ser un poco más rendidora y la pueden acompañar con cualquier tipo de comida.
Yanitza Martínez
Fotos: Deivis Mendoza
Muchos de los consumidores consultados aseguraron no haber podido comprar más jamón y queso amarillo por los precios tan altos, por lo que recurren a adquirir la mortadela o bologna que suele ser un poco más rendidora y la pueden acompañar con cualquier tipo de comida.
Yanitza Martínez
Fotos: Deivis Mendoza
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