Argentina volvió a decepcionar este miércoles en la Copa América de Brasil-2019 al empatar 1-1 con Paraguay, pero un penalti convertido por Lionel Messi y otro atajado por Franco Armani evitaron una tragedia que, sin embargo, aún amenaza con llegar.
Richard Sánchez marcó por Paraguay en el minuto 37, cuando Argentina había perdido la brújula en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, en partido de la segunda fecha del Grupo B.
Messi igualó de penal en el 57 y Armani tapó una pena máxima ejecutada por Derlis González en el 63.
El penalti fue importantísimo, era un momento muy difícil para nosotros», dijo Armani, campeón de la Copa Libertadores con River plate y antes con el colombiano Atlético Medellin.
El DT albiceleste, Lionel Scaloni, destacó a su portero: «Confiamos en Franco, es nuestro arquero titular. Ataja un penal y nos hace seguir vivos, él hace su trabajo. Celebro que haya tenido una buena actuación«.
Si convertíamos el penal y aprovechábamos una ocasión clara que tuvimos» en un contraataque, «éramos merecedores de triunfo», se lamentó por su lado el Dt de Paraguay, el argentino Eduardo Berizzo.
El empate dejó a Colombia ya como primero del Grupo B con seis puntos y clasificado a cuartos de final después de batir 1-0 a primera hora a Catar.
Paraguay le sigue con dos unidades, mientras que Argentina y el campeón de Asiaacumulan una cada uno.
Argentina se jugará su futuro en la Copa América el domingo contra Catar, en el cierre del Grupo B.
Tenemos que ganar y haremos balance de lo que hicimos bien y lo que no hicimos bien y tomaremos decisiones. Tenemos la suerte de que todavía estamos vivos y eso nos hará jugar con ilusión el próximo partido», afirmó Scaloni.
Sobró ímpetu y faltaron ideas
Scaloni le había dado una vuelta de tuerca a su once con la salida de dos emblemas, Agüero y Ángel Di María. Hasta cuatro caras nuevas entraban: Milton Casco, Roberto Pereyra, Rodrigo De Paul y Lautaro Martínez.
En el primer balón que tocó, Messi enfiló hacia el arco en una carrera de 20 metros finalmente bloqueada por la defensa. El cinco veces Balón de Oro demostraba estar deseoso de reaccionar.
Toda Argentina, de hecho, salió con ímpetu. Sobraban ganas, pero el problema es que la escasez de ideas era crónica.
Del otro lado, Paraguay lanzaba largos pelotazos buscando a su ‘9‘: Federico Santander.
Uno de esos balonazos dio un buen susto a Franco Armani en el minuto 22, con un desvío de Nicolás Otamendi que tenía pinta de autogol. El guardameta de River Plate, recuperándose a tiempo, controló con solvencia.
Corría el tiempo y el ímpetu de Argentina se convertía en desesperación. Tenía el balón, pero no llegaba con peligro a los predios del arquero guaraní, Junior Fernández.
La receta de Eduardo Berizzo en Paraguay, en tanto, funcionaba y otro envío largo encontró en el 29 en pleno acelerón a Derlis González, quien disparó cruzado en el área. Armani rozó el remate para enviar al tiro de esquina.
¿Messi? Un tiro libre directo, débil, fue la única preocupación que le dio al guardameta Fernández, quien embolsó.
Y llegó el desastre. Miguel Almirón, el conductor de Paraguay, llegó a la línea de fondo por izquierda y centró atrás para la llegada de Richard Sánchez, quien pateó con potencia para batir a Armani.
Consuelo
Ya en el segundo tiempo, Scaloni retrocedió. Uno de los sacrificados tras el fracaso del debut, Agüero, fue su primer cambio.
El delantero del Manchester City entró para acompañar en la delantera a Lautaro Martínez, su reemplazante en la alineación, con Messi jugando con libertad a sus espaldas.
Y el ‘Kun‘, en la primera acción de auténtico riesgo que había podido generar Argentina, gestó la jugada que acabó en el penalti.
Agüero conectó en el área con Martínez, cuyo remate pegó en el travesaño, y Messi sacó un latigazo en el rebote que despejó el portero Fernández. El árbitro Wilton Sampaio paró el juego y, tras consultar el VAR, pitó penal por mano de Iván Piris en el tiro de Martínez. Messi no falló.
Parecía levantar Argentina. En la búsqueda de nuevos socios para Messi, el viejo socio, Agüero, fue quien lo activó.
No obstante, Nicolás Otamendi cometió poco después un claro penalti al derribar por la espalda a Derlis González. Armani tapó el tiro desde los doce pasos del propio González.
El impulso que dio la entrada de Agüero llevó al ingreso del otro excluido, Ángel Di María, en un paso atrás de Scaloni tras sacudir su alineación.
Argentina siguió intentándolo, pero otra vez, chocó con la realidad: tuvo más ímpetu que fútbol.
AFP.-
COMENTARIOS