A pesar de que la urbanización El Roble de Carora es una comunidad consolidada desde hace más de 50 años, hoy sufre los embates de la crisis que atraviesa Venezuela entera, el deterioro en todos sus espacios es evidente y lamentable.
El Roble para los años 80 y 90 era una urbanización modelo en la ciudad, fue unas de las primeras comunidades rurales en conformarse en la ciudad, debido a que siempre ha estado aislada del casco urbano, durante los años en los que Venezuela vivió sus décadas de desarrollo fue cuando nació este proyecto de 10 calles asfaltadas, una escuela con todos sus recursos, un ambulatorio tipo III, una cancha deportiva, todos los servicios públicos en total funcionamiento, entre otros beneficios.
Hoy, los habitantes de El Roble les toca sufrir las consecuencias de la falta de gestión pública por parte de los sus gobernantes, pues las calles están intransitable, todos los días nace un huego en el asfalto que daña los vehículos que transitan por la urbanización. Estas mismas calles son el escenario perfecto para los dueños de lo ajeno, debido a la evidente falta de alumbrado que sólo beneficia a los delincuentes a realizar sus fechorías en las calles oscuras de la zona.
La plaza Ricardo Arroyo, ubicada una de los accesos principales de la comunidad está en total deterioro, así como la escuela Raimundo Pernalete que está sumida en el monte que abunda en sus alrededores.
La señora Migdalia Escalona, peluquera y vecina por 30 años de la comunidad le pide a los gobernantes que se acerquen y vean de cerca los problemas que tienen El Roble y sus habitantes.
“Nosotros en la comunidad muchas veces fallamos en no denunciar nuestras necesidades, pero es nuestro deber estar pendiente de la comunidad y el Estado debe responder a las demandas de la sociedad” apuntó Escalona. Quien además aseguró que el Consejo Comunal de la comunidad ha formulado los problemas a los organismos correspondientes y que hasta el momento no tienen respuestas.
Se pudo observar que los sectores aledaños como Cantaclaro, también está en constante deterioro, allí del mismo modo esperan soluciones por parte del gobierno.
En cuanto a la crisis eléctrica los vecinos sufren cortes en el fluido de electricidad todos los días por cuatro horas, lo que no sólo representa incomodidad y molestias, sino pérdidas monetarias para el sector económico de la comunidad.
La plaza Ricardo Arroyo, ubicada una de los accesos principales de la comunidad está en total deterioro, así como la escuela Raimundo Pernalete que está sumida en el monte que abunda en sus alrededores.
La señora Migdalia Escalona, peluquera y vecina por 30 años de la comunidad le pide a los gobernantes que se acerquen y vean de cerca los problemas que tienen El Roble y sus habitantes.
“Nosotros en la comunidad muchas veces fallamos en no denunciar nuestras necesidades, pero es nuestro deber estar pendiente de la comunidad y el Estado debe responder a las demandas de la sociedad” apuntó Escalona. Quien además aseguró que el Consejo Comunal de la comunidad ha formulado los problemas a los organismos correspondientes y que hasta el momento no tienen respuestas.
Aseveró también que la gobernadora del estado Lara ofreció un plan de bacheo para cubrir los huecos de las calles, pero es hora que no han llegado ni las maquinas de asfaltado.
Se pudo observar que los sectores aledaños como Cantaclaro, también está en constante deterioro, allí del mismo modo esperan soluciones por parte del gobierno.
En cuanto a la crisis eléctrica los vecinos sufren cortes en el fluido de electricidad todos los días por cuatro horas, lo que no sólo representa incomodidad y molestias, sino pérdidas monetarias para el sector económico de la comunidad.
Escuela Raimundo Pernalete sumida en el monte
Plaza Ricardo Arroyo de El Roble.
Alrededores de la Escuela Raimundo Pernalete
Ismar Montero-
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