Tras un fuerte altercado entre pareja, la mujer en venganza optó por llevarse sus par de hijos en edades comprendidas entre dos y cinco años obligándolos presuntamente a tomar un insecticida para envenenarlos, luego ella hizo lo mismo con el fin de desaparecer de este mundo, por lo que las autoridades catalogan esto como un drama pasional registrado en una comunidad indígena en el oriente del país.
La información fue difundida por el diario El Tiempo del estado Anzoátegui donde relata como en la comunidad indígena Las Canoas, ubicada en el municipio Independencia, cerca de la población de El Tigre, al sur de la entidad oriental sucedió esta tragedia.
Girseida Coromoto Medina Maigua (24), tomo esa terrible decisión de no morir ella sola, sino que también dispuso de la vida de las dos criaturas inocentes, quienes en definitiva fueron los que pagaron con su existencia el pleito suscitado entre los adultos.
Entre tanto la madre de la infortunada Idamelis Maigua Rivero, al llegar a la casa de la infanticida quedó atónita al ver a su hija y dos nietos echando espuma por la nariz y la boca inertes en la cama.
Cabe destacar que Idamelis siempre recibía la visita de su hija y nietos, pero ese día como no fueron a su casa, resolvió ir a ver qué pasaba.
Una vez informada las autoridades del hecho, una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (Cicpc), llegó a la casa de la joven madre y en un principio presumen –al ver una cantidad de yuca amarga- que el deceso se originó por consumo del tubérculo; sin embargo al proseguir con las pesquisas y los análisis de laboratorio realizados, se determinó que los tres murieron al consumir el insecticida Lannate, químico que se utiliza para fumigar el campo.
La comisión del Cicpc levantó los cadáveres de la mujer y dos hijos para trasladarlos hasta la morgue del hospital en El Tigre.
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