Cloacas colapsada un peligro para los alumnos de la escuela |
La comunidad de El Rosario, ubicada al este de la ciudad de Carora, carente de atención gubernamental, muestra el rostro de la necesidad y de una calidad de vida deteriorada por la ausencia de los servicios básicos, reflejada en sus habitantes que hoy están a la buena de Dios por no contar con atención gubernamental.
Este sector caroreño, aún y cuando se encuentra dentro de la ciudad posee características rurales ya que ninguna de sus calles está asfaltada y las viviendas no cuentan con las condiciones necesarias para poder vivir.
Falta de tubería de aguas blancas, alumbrado público, inseguridad y difícil acceso a los beneficios gubernamentales, es parte del rosario de males por el que los habitantes de El Rosario hoy atraviesan, a eso se le suma la cantidad de cloacas colapsadas que hasta el momento no han sido reparadas.
En ese mismo orden, casi al frente de la escuela de esta comunidad se encuentra una cloaca colapsada desde hace aproximadamente un año, vecinos que no quisieron revelar su identidad aseguraron que han realizado las denuncias ante la Alcaldía de Torres y no han obtenido ningún tipo de respuesta.
El nauseabundo olor se apoderó del lugar y ha desencadenado patologías estomacales y respiratorias, especialmente en los niños.
Obligatoriamente tienen que tener los tanques en la entrada de las casas |
En cuanto a la falta de agua, se pudo conocer que por no contar con las tuberías de aguas blancas, no reciben el suministro del preciado líquido, eso hace que dependan exclusivamente de camiones cisternas los cuales son suministrados de manera esporádicas por la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor pero aseguran los vecinos que no es todo el tiempo por lo que deben caminar para poder cargar agua de una quebrada de la zona.
Quedo solo la parada desolada |
Sobre el transporte indicaron que no cuentan con el servicio, es por ello que para poder salir del sector deben caminar varios kilómetros hasta llegar a la parada que está ubicada en Calicanto.
Yanitza Martínez.-
Fotos: Deivis Mendoza
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