El pasado 7 de marzo del año 2019 los venezolanos fueron testigos de un inédito apagón nacional que tomó a toda la población por sorpresa a las 4:55 de la tarde de ese día, donde la oscuridad llegó para quedarse en el país.
365 días de aquel oscuro 7 de marzo se cumplirán este sábado, donde el desespero, la angustia y la zozobra se apoderaron de todos los venezolanos que hoy sufren el deterioro en la calidad de vida.
Durante cinco días los venezolanos estuvieron sometidos las 24 horas del día sin fluido eléctrico, grandes fueron las pérdidas que la falla en el Sistema Eléctrico Nacional; aún no corregida, dejó en el sector comercial, empresarial y productor de la zona.
Ante eso, las plantas de generación eléctrica se convirtieron en un objeto de primera necesidad para los caroreños, equipos cuyos sonidos ambientan los días, las tardes y las noches en la capital del municipio Torres y en el resto del territorio nacional.
María Rojas |
De a poco la colectividad ha tratado de adaptarse a los llamados “Planes de administración de carga” los cuales se llevan a cabo diariamente por hasta cinco horas, acabando con eventos, celebraciones y practica de actividades que requieren de la electricidad para poder llevarse a cabo.
Es necesario mencionar que la situación ha sido solventada en varios estados del país, sin embargo, la entidad larense ha sido una de las más afectadas en sus nueve municipios por lo que sus habitantes no terminan de reponerse.
María Rojas relata que no tiene descanso y que los apagones han afectado considerablemente hasta su salud.
Hilda Hernandez |
Anthony Quintero |
“Nos cambió la vida, no podemos trabajar, todo se nos daña” expresó Hilda Hernández, comerciante informal.
Por su parte, Anthony Quintero aseveró que ha sido difícil adaptarse a esta situación que afecta a toda la familia por lo que tienen que realizar las actividades con prisa para evitar que llegue la oscuridad.
Yanitza Martínez .-
Fotos; Deivis Mendoza
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