Hacer periodismo en Venezuela cada día se vuelve más cuesta arriba, las limitaciones, restricciones y censuras a las que son sometidos los comunicadores sociales venezolanos por parte del gobierno nacional han impedido que el ejercicio periodístico pueda desempeñarse con total libertad.
A ese calvario que a los periodistas en el país les ha tocado atravesar se le suma la falta de gasolina que en los últimos meses se ha agudizado, acompañado con el tema de la pandemia por la Covid-19 y lo que implica llevar la información y dar cobertura periodística al acontecer diario y a las demandas de la colectividad.
Invertir hasta 20 horas en una cola para un periodista, significaría la pérdida de dos días trabajo, sin contar que la mayoría de las veces ese esfuerzo puede llegar a ser en vano debido a que es poco el combustible que ha llegado a la capital torrense, prueba de ello es que hay usuarios que reportan llevar más de 20 días apostados en las colas.
En ese sentido, atender las demandas de las comunidades y barriadas caroreñas, efectuar trabajos especiales y cumplir con las diferentes pautas diarias de un medio de comunicación ha ido quedando en el olvido debido a la falta de gasolina para poder trasladarse de un sitio a otro y poder cumplir con el trabajo encomendado.
Yanitza Martínez.-
A ese calvario que a los periodistas en el país les ha tocado atravesar se le suma la falta de gasolina que en los últimos meses se ha agudizado, acompañado con el tema de la pandemia por la Covid-19 y lo que implica llevar la información y dar cobertura periodística al acontecer diario y a las demandas de la colectividad.
En Carora, la atención en cuanto al suministro de combustible para los periodistas, comunicadores y medios de comunicación social ha sido completamente nula ya que para las autoridades locales no son considerados prioridad, aún y cuando en su momento, el Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, indicara que los medios de comunicación social formaban parte de los sectores priorizados durante el estado de alarma en Venezuela.
Invertir hasta 20 horas en una cola para un periodista, significaría la pérdida de dos días trabajo, sin contar que la mayoría de las veces ese esfuerzo puede llegar a ser en vano debido a que es poco el combustible que ha llegado a la capital torrense, prueba de ello es que hay usuarios que reportan llevar más de 20 días apostados en las colas.
En ese sentido, atender las demandas de las comunidades y barriadas caroreñas, efectuar trabajos especiales y cumplir con las diferentes pautas diarias de un medio de comunicación ha ido quedando en el olvido debido a la falta de gasolina para poder trasladarse de un sitio a otro y poder cumplir con el trabajo encomendado.
Yanitza Martínez.-
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