Al borde de la quiebra se encuentran las zapaterías de la calle Bolívar de Carora debido a los elevados impuestos municipales que deben pagar, las limitaciones por la pandemia, a lo que se le suma la situación económica que atraviesa Venezuela.

Resignados a bajar las santamarías se encuentran al menos nueve zapaterías que llevan más de 40 años de tradición en pleno centro de la ciudad de Carora, quienes han manifestado su preocupación ante la presión que ejerce el gobierno municipal de Torres en cuanto al pago de impuestos.

José Nicolás Rojas, propietario de una zapatería mencionó que escasamente venden dos pares de zapatos a la semana por lo que apenas pueden tener para brindar el sustento a sus familias.
"No hay ventas, debemos pagar empleados más los impuestos, no hay flujo de caja", mencionó, al mismo tiempo en que resaltó que sólo van a los negocios a abrir y cerrar ya que también se ven amenazados con la presencia de los comerciantes informales a los alrededores de sus establecimientos.
Walid Abbas, comerciante con más de 30 años de trayectoria en la Bolívar, expresó que están trabajando a cuarta máquina, detalló que las restricciones en los horarios por la pandemia, el pago de alquiler, empleados y servicios; los mantienen al borde de la quiebra, sin contar con la presencia de buhoneros en la zona, quienes no tienen ningún tipo de obligación fiscal ante el municipio.
"Ya la Bolívar está muerta, a veces pasamos 10 días sin vender un sólo par de zapatos", agregó.
El mínimo tributario que deben cancelar los dueños de las zapaterías en Carora es de al menos 10 millones de Bolívares al mes de manera obligatoria, sumado a eso, el cobro de las multas a quienes incurran en atrasos en los pagos.

"No nos quedará de otra que cerrar los negocios y sacar una mesa con la mercancía para la calle y meternos a buhoneros", finalizaron.
Yanitza Martínez.-
Fotos: Edson Meléndez
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