Tras el reporte de coronavirus de este 7 de marzo, Nicolás Maduro anunció que se «apretará la mano» para la próxima semana de radicalización (desde el lunes 8 hasta el domingo 14) perteneciente al cuestionado esquema «7+7».
Asimismo, Maduro llamó a las autoridades a desplegarse a tras finalizar la reunión con él, para así sean aplicadas medidas para controlar el incremento de casos, además del de la variante brasilera.
«50% de los casos activos en el país están en la región capital (…), mayor esfuerzo, mayor disciplina y mayor colaboración de la familia, de la comunidad y de las organizaciones del Poder Popular», dijo.
Venezuela registró en las últimas 24 horas 453 nuevos contagios de COVID-19, para un total de 6.56o casos activos. También se reportaron seis fallecidos más por la enfermedad respiratoria.
Tras esto, Maduro aseguró que firmó «todos los documentos con la OPS para que se liberarán 300 millones de dólares. Estamos esperando que se liberen los primeros 120 millones para comprar las vacunas».
Semana Santa
Asimismo, durante la alucución, Maduro confirmó que la Semana Santa será de flexibilización “pero con cuidados especiales” sin explicar cuáles; con ello, le ordenó a la Ministra del Interior y Justicia, Carmen Meléndez, que organice reuniones con representantes de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) para elaborar los procedimientos de bioseguridad que se usarán esos días.
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