Un kilogramo de queso de res y una harina es lo que puede adquirir un caroreño con el nuevo salario mínimo, decretado el pasado 1 de mayo por el Ejecutivo Nacional.

El “salario integral” fue llevado a 7.000.000 y el bono de alimentación a 3.000.000 respectivamente, monto equivalente a $3 aproximadamente.
El pírrico aumento decretado de manera tradicional en el marco del día del trabajador en Venezuela significó para los caroreños una dádiva, puesto que no alcanzan cubrir ni la cuarta parte de la canasta básica alimentaria.
Es necesario mencionar que el alza imparable del dólar paralelo ha venido pulverizando ese aumento que apenas lleva tres días de haber sido decretado y ya se convirtió en “sal y agua”.
Yanitza Martínez.-
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