Visitar los comercios se convierte cada día en el dolor de cabeza de caroreños, al tener que buscar un precio aquí y otro allá para cumplir con el presupuesto para hacer su mercado cuando salen de sus casas.
Ya no es raro ver a las personas sacar sus teléfonos para consultar la calculadora antes de meter un producto en la cesta y pagarlo, y es que ahora cada céntimo cuenta, dijo Yorgelis Mosquera mientras veía precios en un comercio chino en el centro caroreño.
"Ahora todo es así cuando se sale a la calle a comprar la comida", dijo al tiempo que manifestó que la subida del dólar los mantiene en constate preocupación porque se disparan a diario los precios de los productos de la canasta básica, haciendo imposible poder adquirirlos.
Opina Mosquera, que actualmente muchas son las familias que se han visto en la obligación de modificar su alimentación, ante los altos costos de la comida. "Si tan solo un kilo de pasta roza los 6 millones de Bs, mientras que una harina se encuentra en 3 millones quinientos mil Bs, por eso es preferible comprar solo harinas porque es lo más barato", comentó.
POR LAS NUBES
En el recorrido por varios establecimientos comerciales, El Informante pudo verificar que los precios varían al subir la divisa estadounidense, aún cuando la moneda de curso legal es el bolívar.
En algunos lugares, la harina precocida oscila en los 3.300.000 Bs las marcas locales, mientras que las nacionales se ubican el 4.200.000 Bs. Productos como el arroz y la pasta de sémola, muy poco se ven en las cestas de los caroreños por los altos costos.
Precios de los granos también se dispararon, pues un kilo de caraotas y lentejas se hallan en 7.400.000 y 8.600.000 Bs cada uno. Huevos, quesos, mortadelas y sueros, aunque son muy buscados también han aumentado su costo y en algunos sitios, medio cartón de huevos se posiciona en 7.200.000 Bs, la mortadela supera los 10 millones de bolívares, y el queso cuesta 12 millones. No obstante, el suero como acompañante de la arepa mantiene su valor de 3.000.000 Bs.
Es importante destacar, que los enlatados han quedado en el olvido, puesto que son productos imposibles de adquirir para aquellos que devengan un salario mínimo de 7.000.000 Bs.
Raymar Falcón.-
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