La Sociedad de Cañicultores de Torres (Socatorres) cumplió 41 años, un gremio agrícola que continúa trabajando por la consolidación del sector bajo criterios técnicos, éticos y ambientales, orientados a la promoción de la calidad de vida de sus agremiados, trabajadores y de la comunidad.
Así lo manifestó José Ricardo Álvarez, presidente de la institución gremial, indicando que agregado a lo primero está la búsqueda de la rentabilidad de la caña de azúcar en el municipio Torres.
Explicó que tras 41 años de vida, Socatorres ha pasado por dos etapas importantes. "La etapa de crecimiento constante que comenzó en nuestros primeros años de fundado, y que dio un declive en los años 2005-2006 tras las expropiaciones. En medio de esa debacle tuvimos que tomar medidas cuyos resultados se fueron dando a largo plazo, porque la caña tiene la particularidad que es un cultivo de efectos tardíos. Ya antes de las expropiaciones sufrimos el impacto negativo de la congelación de precios", dijo.
Señaló que por el panorama dantesco producto de las medidas provenientes del Gobierno, la inversión en el campo fue casi nula, "porque con las expropiaciones e invasiones, el Gobierno estaba dando un mensaje, entonces quienes invierten pusieron sus barbas en remojo. En 2013 hubo otro declive, producto de la contracción económica. Luego el Gobierno hizo mucho hincapié en las sanciones, manifestando que estaban de manos atadas".
Sin embargo, Álvarez señala que desde el año pasado hubo vestigios de resultados positivos desde el propio Gobierno, puesto que aceptaron una serie de sugerencias por medio de convenios que apuntan a ver signos de un nuevo crecimiento. "Creemos que el vendaval está pasando, aunque no podemos olvidar que los daños son muchos", dijo el representante cañicultor.
Reveló que en la actualidad Socatorres cuenta con 25 agremiados, aunque llegaron a agrupar 95. "Quienes están son productores que se resisten ante la ausencia de créditos bancarios, que hoy simplemente no existen, y que sólo sobreviven por lo que llamamos un músculo financiero propio. La economía actual no permite o no alcanza para la protección de los pequeños productores".
Además dijo que existió un momento en que tenían 120 mil hectáreas en plena producción y hoy apenas poseen 55 mil. "Repito, los daños son muchísimos y muy graves; apenas nos estamos reponiendo del huracán que nos dejó en muy malas condiciones económicas", reiteró.
Con respecto a la zafra azucarera que acaba de culminar, José Ricardo Álvarez informó que en Central La Pastora se registró un aumento del 35% con relación al año pasado. "Se contabilizó una molienda de 370 mil toneladas. A nivel nacional también se registró un aumento con relación a 2020, cuando se molieron 1.970.000 toneladas, mientras este año llegamos a 2.370.000".
Las proyecciones del sector cañicultor, de acuerdo a lo revelado por Álvarez, apuntan a las 3 millones de toneladas a nivel nacional para la zafra que comienza en noviembre. "Vemos muy buenas perspectivas porque tenemos la certeza de que el Gobierno sin duda se dio cuenta que sin el sector privado no hay un impulso económico y que es el sector privado el capacitado para producir".
Para concluir, el presidente de Socatorres dijo que la institución apunta a recuperar lo perdido y que el apoyo a los productores seguirá siendo la prioridad, "que es para lo cual existimos. En la medida en que el sector crezca y se recupere, en esa misma medida Socatorres seguirá creciendo".
Franklin Piña.-
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