Bajo el intenso sol que cubre a los caseríos de La Otra Banda, en Alemán tierra alfarera por excelencia, sus habitantes siguen llevando a cabo este oficio a todo el territorio nacional.
Ladrillos, tejas y adobes es parte de lo que producen las familias alfareras del caserío Alemán, negocios que van de generación en generación.
Hernán Montero, comentó que aprendió a realizar este oficio con su padre, al mismo tiempo en que resaltó que en su taller hornea 500 tejas al día.
"En Alemán se crece jugando con barro, en cada casa hay un taller", señaló.
Mantener esta actividad no ha sido fácil para los alfareros, la crisis económica que atraviesa Venezuela, la pandemia y la falta de combustible han jugado en contra, sin embargo señalan que las ganas, la disposición y el amor al trabajo los mantienen de pie.
Quienes habitan este caserío de La Otra Banda, detallan que este oficio es el sustento de cada una de las familias que lo conforman y que es un orgullo saber que durante años han contribuido en la construcción de miles de viviendas a nivel nacional.
Redacción E I,-
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