Venezuela suele analizar todo, de una vez opinamos a la primera, así somos los latinos. Las emociones nos aceleran a tomar decisiones y no solemos ver el pasado para iniciar una nueva batalla y mucho menos, medimos consecuencias después de ella. Pareciera que eso no va con nosotros.
Apenas hace días de las elecciones de Barinas, el estado donde nació Hugo Chávez, territorio gobernado por esta familia hasta el 9 de enero recién pasado. Ese mismo día, comenzó el rumor de plantear un referéndum revocatorio al Presidente Maduro. No había tomado el nuevo Gobernador Garrido su silla y ya se le plantea al país un evento de tal magnitud.
Nos olvidamos que no nos ha dado buenos resultado en anteriores oportunidades, pero no sólo eso, creemos que la salida es estar siempre en una contienda electoral.
Personalmente, no estoy de acuerdo con este planteamiento, el país está prácticamente sin gobierno y no hay presupuesto para poner a funcionar el aparato gubernamental.
En esta oportunidad, los factores serios de la vida política del país, deben plantear ante el gobierno existente, medidas que nos permitan coexistir para el funcionamiento mínimo de las cosas. Lo de convivir se vuelve obligatorio. En este momento, nadie puede sólo por su lado, lograr lo elemental para gobernar, nadie.
El Gobierno lo sabe y algunos de sus líderes están tendiendo puentes porque saben que ya no cuentan con el beneficio del electorado, juegan a mantenerse vivos en la palestra política. Eso no es malo, se llama supervivencia y debemos respetar sus espacios y aprovechar los nuestros.
El momento de los fanáticos de lado y lado pasó, ya no hay chance en este país de echar para atrás, no volveremos a la cuarta, es cierto, pero la quinta tampoco resultó, de hecho fue un fracaso mayor que nos sumergió en el atraso del cual estamos planteando salir.
Necesitamos dos años de entendimiento, necesitamos dos años, donde producir sea posible. Si atravesamos un RR en este momento, no habrá forma de entenderse porque la prioridad en estos países es la política frente a la economía, eso según mi óptica, no nos permitiría desarrollar políticas de Estado que nos lleven a echar a andar el país.
Creo que se puede hacer algo para parar la caída, no en vano, se han hechos ciertos virages que han permitido ciertas mejoras en el movimiento económico de lo interno.
El venezolano de a pie, ese que debe salir día a día para llevar el pan a su casa, está cansado de la politiqueria, quiere ver mejores oportunidades, sin importar los colores y debo decirlo, sin importarle quien mande.
Hasta ahí ha llegado el desapego hacia la política en Venezuela. Ya no importa, pasó a segundo plano o tercero quizás. La gente quiere trabajo, oportunidades y eso sólo lo podemos lograr si pactamos sin hincarnos, pero con respeto frente al gobierno.
Necesario es dejar de ver diferencias y comenzar a acercarnos a nuestras necesidades como país, soy de los que cree que el reacomodo del país depende en gran medida del sector empresarial.
Sólo este sector puede producir, atrás quedaron modelos mixtos y todas esas cosas por el estilo, nada de eso resultó.
Hagamos posible esa convivencia, sólo así podríamos hacer el país que deseamos, claros estamos, no es el que tuvimos pero tampoco el que tenemos. Queremos uno distinto donde quepamos todos.
No podemos seguir haciendo lo mismo porque obtendremos los mismos resultados.
Nos toca construir una sólida UNIDAD, como se hizo en Carora. La gente aplaude lo de Barinas, pero aquí lo hicimos primero y debemos reconocerlo, Carora dio ejemplo de UNIDAD.
Por ahora a trabajar, a entendernos, si lo hacemos, ganaremos en el 2024.
¡Es posible!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
http://www.diarioelinformante.com.ve/2022/01/no-al-referendum.html
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