Más de 200 comerciantes informales fueron reubicados la mañana de este lunes en las calle Contreras y Padre Zubillaga de Carora, zona adyacente a la Plaza Cecilio “Chío” Zubillaga, quienes por más de tres años, estuvieron ocupando los espacios públicos de las avenidas Francisco de Miranda y 14 de Febrero.
La reubicación consensuada entre estos comerciantes y el Gobierno de Torres, fue posible tras la realización de varias reuniones que sirvieron para el cumplimiento de unos pasos, como; censo, firma del acuerdo y finalmente, el proceso de desalojo de la vía pública y posterior reubicación.
El alcalde del municipio Torres, Javier Oropeza, encabezó la jornada de reubicación la cual será por un lapso de 90 días mientras se terminan de adecuar los espacios del Mercado Municipal de la ciudad.
El burgomaestre mencionó que esta acción forma parte del ordenamiento de la ciudad, cuya primera etapa fue la eliminación de los terminales paralelos que junto al comercio informal, se encontraban obstaculizando el tránsito peatonal y vehicular del casco central caroreño y mantenían la zona colapsada.
“Hoy, a través del diálogo y la conversación, sin utilizar la violencia, hemos logrado la reubicación temporal de la economía informal”, señaló el mandatario local, quien además agregó que van a brindar apoyo y formalidad con las patentes y que en conversaciones con la empresa privada les van a gestionar la adquisición de puntos de ventas.
RECUPERAN PARADAS DE TRANSPORTE
Tras el desalojo de los vendedores informales, fueron recuperadas las paradas de transporte público que por razones de espacio se habían eliminado.
Las cuadrillas de la Alcaldía de Torres, efectuaron la demarcación de las mismas así como también, la limpieza y demarcación de las aceras e islas.
Los comerciantes formales de la zona, manifestaron la satisfacción ante esta nueva medida tomada por el ejecutivo municipal, tras llevar varios años con los frentes de sus establecimientos colapsados por cada uno de estos puestos y que a su vez impedían el transito regular de la clientela.
Yanitza Martínez.-
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