ABANDONADO Y EN EL OLVIDO EL PUEBLO DE CURARIGUA (+FOTOS)

En completo abandono y en un eterno olvido se encuentra el pueblo de Curarigua, parroquia Antonio Díaz del municipio Torres.

Muchos son los gobernantes que han visitado y prometido en las campañas electorales con la promesa de darle soluciones a los innumerables problemas que presenta esta comunidad rural.

La población de Curarigua está a 40 minutos de la ciudad de Carora y su entrada principal ubicada a 25 kilómetros desde la autopista Lara-Zulia, poco antes de la Estación de Servicio Sabaneta.

Los pobladores la mayoría de ellos dedicados a la agricultura y al pastoreo de ganado bovino y vacuno, exigen a las autoridades del país (nacionales, regionales y municipales) que dejen a un lado la pelea política y aporten las soluciones y mejoras a esta comunidad.

 

 

Es triste ver como se desbordan las cloacas por las calles contaminando el medio ambiente con olores nauseabundos y generando un caldo de cultivo de enfermedades, ya casi en todas las calles la capa asfáltica está desapareciendo y generando enormes huecos, lo que hace difícil el tránsito vehicular y peatonal, ni de hablar la entrada al pueblo desde la autopista Lara-Zulia, donde existe un tramo de 7 kilómetros que no tiene ya asfalto, y prácticamente no existe.

Como dato curioso esta carretera fue construida cuando el primer gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, año 1976, por petición de la Sociedad Amigos de Curarigua, que para esa época esta agrupación tenía mucha influencia y logran la tan anhelada vía, era presidida por Jesús Majano, Leongina de Montezuma, Dominga Granadillo de Silva, Catalino Álvarez, Gladis y Nelly Sila, Manuel Torrealba Silva y la Sra. Virginia Crespo Ávila una de las grandes promotoras en conseguir esta obra y concluida en el periodo de Rafael Caldera, desde entonces son pocas las veces que les han hecho algún cariño, con la excepción de los 10 km que se repavimentaron durante el primer periodo del gobernador Luis Reyes Reyes hace, pero baste tiempo de eso.

Ndp cortesía.-
Fotos de Jacinto Oliveros

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