El miedo frena más por su percepción, que en lo que realidad es. Cuando alguien teme, inmediatamente se percibe, nos cambia el semblante de la cara, la voz suele resquebrajarse, la posición corporal es distinta a la habitual.
Todos lo hemos sentido, algunos dirán que no, se les respeta, pero es poco creíble. En fin, ese no es el tema a analizar en estás líneas.
Siento que el miedo, esa sensación de inseguridad ante determinada situación, no es más que una incertidumbre ante lo que pueda ocurrir. Si lo vemos así, entenderíamos que es posible vencerlo, solo con la intención de hacer.
Este prólogo lo hago porque pienso que nosotros como país, tenemos mucho miedo, quizas porque de una u otra manera, todos sentimos que somos vulnerables por cualquier flanco, sabemos por donde nos podrían embromar, si así lo quisiesen hacer.
Obviando el miedo, que no es fácil obviarlo, pero es necesario para contestar una pregunta que últimamente está en el tapete, o para ser más moderno es trending topic, hablándo en la jerga de redes sociales.
La pregunta en cuestión es: ¿Venezuela se está arreglando?
Obviando el miedo, como lo dije antes, opino lo siguiente: Particularmente, pienso que sí. En mi apreciación estamos mejor que en años anteriores, eso no quiere decir que estamos bien.
Trato de explicar y hacer énfasis, estamos mejorando paulatinamente, lentamente, eso debemos aceptarlo, en nada tiene que ver qué el Gobierno lo quiera así.
Muy importante entender, que la mejora se debe más al empeño del venezolano común, aquí no hay resultado de ninguna política de Estado para mejorar. Está mejora, se debe a acuerdos de la sociedad civil.
En los últimos días, según comentarios de economistas de renombre, el ticket de compra del venezolano común, aumentó considerablemente. Podemos ver una presión hacia el uso del bolívar, cabe aquí, la gran tragedia que ha sido para muchas empresas el impuesto a las transacciones en divisas. Este tema causa mucho ruido y como tiene variantes en su percepción causa mucha confusión.
Para seguir respondiendo la pregunta, ¿Venezuela se está arreglando?, conversé con un amigo, quien hace poco regresó al país.
Me dijo, "siempre la experiencia deja cosas positivas, así tengamos que ver lo adverso que fue su estadía allende la frontera". Me llamó la atención, su comentario. Me dijo, "si uno trabaja aquí viendo a los suyos, es más placentero que estar entre la nostalgia de la distancia". También, me decía que sentirse rechazado es muy difícil, aquí los venezolanos nos decepcionamos del mundo, porque vemos normal a quien llega, de hecho lo cobijamos.
Respecto al pago de los servicios, vemos cómo nos sorprende que veamos cómo raro pagar la luz y el agua, eso llama la atención, viniendo de una persona de algunos treinta años, quizás menos.
Para nosotros, los mayores de cincuenta, no es extraño, aún recordamos la insistencia de los mayores, para apagar la luz o algún electrodoméstico encendido, pasaba mucho con la radio o la televisión, gracias a Dios aún no aparecía el celular.
Para estas personas que regresan, ven un mejor país que el que dejaron. El amigo en cuestión me decía, que la escasez de productos alimenticios ya no existía, cosa que es verdad, los anaqueles están repletos de todos los rubros, inclusive ya en algunos rubros, comienza de nuevo la competencia entre marcas, por el gusto del consumidor.
Ya el tema de la gasolina para el que sale y conoce el precio del combustible en el mundo, es fácil entender que debía aumentar su precio, de hecho, no ve con buenos ojos que haya combustible subsidiado.
Me llamó la atención, su comentario sobre los salarios en el país, me decía. "Cierto que los sueldos son bajos, pero es que nadie puede vivir de un sueldo, los que lo hacen serán algo así, como magos, todo el mundo se rebusca de cualquier manera, aprendimos que haciendo otra cosa además del trabajo, es posible mejorar el ingreso de la familia".
¿Está nueva forma de pensar, nos sacará de la crisis? Pienso que sí. La única forma de salir adelante es con el esfuerzo propio, esa luz que comienzan a ver, unos más que otros es el resultado del emprendimiento.
El conformismo al cual nos llevaron con dádivas que ya no alcanzan, ha encontrado salida en la proactividad. Esto me parece maravilloso. No peco de optimista.
Debo resaltar y hacer mención que el regreso de los conciertos a Venezuela es un punto sumamente positivo, sé que un gran sector del país, quizás no tenga el poder adquisitivo suficiente para adquirir un boleto, sin embargo, son situaciones que nos permiten ver de buena manera que ya artistas de renombre quieran volver a nuestro país.
Dicho esto, sé que el miedo a lo desconocido o nuevo es fuerte, pero se puede sentir miedo, eso es muy posible, pero podemos comportarnos valientemente y afrontar el riesgo.
Nada está garantizado, como en la vida. Al fin y al cabo, cada cabeza es un mundo y cada quien ve en situaciones iguales, oportunidades distintas.
Mi invitación es a entender que estamos mejor que hace dos años, aclaro que no estamos bien, pero según mi criterio, opinión muy personal.
¡Vamos mejorando!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
*http://www.diarioelinformante.com.ve/2022/04/venezuela-se-esta-arreglando.html*
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