Por: Gerson García
Estuve en la alcaldía en una bellísima misa, yo que no soy "curero" casi lloré, al ver las sabias palabras del padre, llenas de amor a la humanidad, a través del mensaje de Jesucristo. Ya es la segunda, porque también asistí el miércoles de ceniza pasado, con una homilía del Padre Ernesto Camacho de igual tenor. Esto lo traigo a colación para que mis lectores observen lo que ha cambiado el recinto municipal. Antes, me cuentan, que los ateos comunistas en el palacio municipal, hacían rituales paganos, muy propios de esos cultos raros que reniegan de la palabra del Señor. Gracias a Dios, estamos dándole un cariz santo a la nueva gestión. Creo que nunca más volverán a pisar ese recinto y quiera Dios que el Señor le de sabiduría y recursos a Javier Oropeza para darle respuesta a todos los problemas que padecemos los torrenses.
Como lo dijo el de las pregonadas, ante unas cuantas verdades que expusimos en la columna anterior, que hice salir al flamante contralor de la madriguera... Se necesita ser muy caradura para dar unas respuestas a lo indefendible. El hombre en cuestión no justifica su cargo, no controla a nadie. El desastre o reguero administrativo del Carrascosa, en verdad no tiene dolientes, pero el perjuicio a los torrenses es muy evidente. Por allí dizque pronto corresponde la elección del contralor, ojalá no se les ocurra a los concejales, reelegir a este ciudadano que el único control que práctica es el del portón de su casa
Los concejales torrenses se parecen a un jarrón chino, puro lujo. Tantos problemas y aún no han contribuido a resolver alguno. Ni legislan, ni controlan y menos gestionan. Ojalá les caiga un referéndum revocatorio por la nuca.
El problema del agua y la gasolina se acentuaron en Carora, al momento de redactar esta columna no había una gota de gasolina en el municipio. Hasta la dolarizada desapareció. Ahora los cubanos, si reciben diariamente la gasolina para que la isla de Fidel Castro sobreviva. Le deberían hacer una estatua al bigotudo destructor, por otro lado, el déficit de agua cada día es peor. Y los cisterneros gozando un puyero vendiendo a 30 dólares el servicio. Por cierto, al prefecto y comisionado del agua: aún esperamos por su acción que tanto pregona en un triste programa radial. Es el hombre que más cambures posee en la repartición roja: diputado, comisionado de la gobernación y la presidencia, prefecto y presidente de hidronada.
Es un hecho, la designación como coordinador municipal del partido Un nuevo Tiempo, del expresidente del Frente Amplio, el productor agropecuario y director del matadero, el amigo, Carlos Arturo Álvarez, quien según investigué, es uno de los funcionarios de la alcaldía más eficientes. En lo que no es diestro es en la actividad de coleador que tanto se ufana, según el Dr. Miguel Riera.
En la Alcaldía de Torres, podemos decir, que el burgomaestre, Javier Oropeza, Endrick Medina, y Jesús Guillermo Gómez, entran por la puerta principal. Atienden a los usuarios, dan respuestas. Pero hay otros que entran sigilosamente por el portón, se le esconden a la gente y andan muy echones. Se les olvida que esos cargos son de libre remoción.
Me enteré que murió un ciudadano, víctima de una mordedura de culebra por falta de suero antiofídico en la región. Y aún hay bobos que afirman que la cosa está mejorando.
¡Hasta pronto mis asiduos y no le bajen a los cuidados del COVID!
COMENTARIOS