Es implacable, nunca se detiene es la única variable que no cambia pero se nos acaba cuando menos lo esperamos, dicen que sana todas las heridas, no es comprable y para todos es el mismo. Nos referimos, al tiempo.
A su vez, el paso del tiempo siempre va dando la razón a quien la tiene, es decir, el tiempo de una manera u otra, imparte justicia.
En nuestra Carora, las tradiciones tienen apego, moldean la forma de ser de todos quienes nacimos en esta tierra soleada. No en balde, somos un pueblo católico con mucho fervor, nuestras procesiones dan fe de ello.
El Caroreño transita su vida enseñando a las nuevas generaciones nuestras tradiciones, el canto de salves a la Cruz en mayo, el baile a San Antonio, incluyendo los panes y las promesas al santo.
El béisbol tradicional Caroreño es otra de las tradiciones sempiternas en nuestro gentilicio, nos gusta la pelota, respiramos béisbol como decía mi apreciado Juan Perera.
Y nuestras fiestas patronales en honor a San Juan Bautista. En el marco de las mismas este año celebraremos los primeros 100 años de las ferias de Carora.
Una fiesta que nos acoge a todos, a propios y extraños, los ganaderos son los protagonistas y los que no somos ganaderos, nos sentimos orgullosos de nuestra tierra y del fruto que se logra cuando se trabaja sin descanso, como el campo lo requiere.
Carora se engalana mostrando sus mejores productos y todos sus habitantes viven la alegría de volverse a reunir en su parque ferial, sin duda, una gran fiesta popular que todas la ciudades del mundo quisieran tener.
Muchas actividades se desarrollarán en el marco de esta nueva edición de las Ferias de Carora, prontas a comenzar, el venidero martes 21 de junio del año en curso.
Llamó mi atención, unas manifestaciones en contra de una corrida de toros que se celebrará el día 18 de junio en los predios de la manga de coleo "Omar Álvarez", por cierto, primera vez que se torearan toros en una manga de coleo, Carora y sus particularidades.
Antes, que recuerde yo, en mis cincuenta años, se hicieron tardes de toros en La Balonchera y en los terrenos del antiguo autocine de Katuca. Siempre la concurrencia a este evento taurino ha sido masiva. Es decir, a Carora le gusta la "fiesta brava", es fácil deducir el porqué sentimos atracción por esta manifestación de arte, venimos de sangre española, no lo podemos negar, nos gustan esas costumbres, como también disfrutamos la pelota criolla, así somos, una mezcla de todo cuanto corre por nuestras venas.
No voy a juzgar si estás manifestaciones tienen o no razón de ser, porque no soy quien para hacerlo y pienso que toda manifestacion de opinión merece respeto. Y es aquí basado en el respeto, donde radica la clave del entendimiento. Si no hay ninguna prohibición a las corridas de toros en Venezuela y los organizadores del evento han realizado todos los pasos para obtener la perrmisologia correspondiente, este evento debe celebrarse sin inconveniente alguno.
También, es momento de recalcar el nombre de Carora en el contexto taurino del país.
Nuestro Municipio, es tan variopinto que posee una Ganadería de toros de lidia, es decir, no nos es ajeno el acontecer de la fiesta brava, de hecho, entre los nuestros hay conocedores de ella, así como también los hay conocedores de gallos, nuestros apellidos son los mismos de quienes inventaron estas actividades. No es hurtado el gusto, es cuestión de casta.
Así pues, respetando a quienes adversan las corridas de toros, debemos dejar al tiempo, ese que es implacable y a la vez, imparte justicia, que con su paso, nos indique si en el futuro se seguirán lidiando toros o no.
Por lo pronto, debemos convivir todos. Unos celebrando y cantando olé, mientras otros, haciendo todo lo posible para defender a los animales.
Dos posiciones válidas, dos formas de ver la vida, dos ópticas distintas.
¡Así la vida!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos
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