PRIMARIAS

El panorama político del país, se amolda poco a poco a la presencia de nuevos actores, las nuevas caras en los puestos de mando político, da nuevas tonalidades al color del país.

Elementos que antes no podían alcanzar el poder, hoy lo ostentan; partidos políticos recién nacidos, lograron derrotar a candidatos del gobierno y a los presentados por factores de la oposición. Esto a simple vista hace entender que si se aglutina la intención de voto en un solo bloque o en torno a un solo candidato, el triunfo es solo cuestión de esperar el día.

En términos hípicos, el candidato de la Unidad, sería una gran línea nacional.

Hasta aquí, es un mero y burdo ejercicio matemático, no por eso irreal.

Pero, ¿qué debemos hacer los venezolanos para lograr la tan ansiada unidad, verdadera?

Lo primero debería ser, claridad ante el oponente, el gobierno es el enemigo a vencer, este contrario tiene el poder y sabemos que eso en Latinoamérica es sinónimo de recursos de todo tipo para realizar una campaña electoral, sin restricciones de ningún tipo. Además de eso, es hora de reconocer que tienen gente haciendo el trabajo en la calle, se mueven para lograr que su gente vote y cuidan sus votos hasta el final.

Recuerden que aquí en Carora, por poco nos escamotean el triunfo que logro la unidad en el municipio Torres.

También, muy importante, ellos, los del gobierno, a pesar de sus diferencias internas, que también las tienen, obedecen líneas de manera formidable. Es una especie de mandato divino, apenas le alzan la mano al candidato designado y sin discusión, todos a trabajar para lograr el objetivo.

En la oposición también podemos lograr esto. Si se puede, las primarias bien realizadas, con la participación de todo el que quiera y cumpla los requisitos, eso sí, con el fiel compromiso de trabajar mancomunadamente alrededor del candidato ganador. He aquí, la esencia de este método para elegir a ese timonel de la oposición venezolana.

Para ello, también es necesario dar paso a las nuevas generaciones y liderazgos que en silencio se han venido gestando en el país, ese que ha estado allí, luchando desde espacios, comunidades y eventos importantes pero que por no ser una cara conocida, sencillamente no se publica o visibiliza.

Ese liderazgo está y existe en cada uno de los jóvenes que desde el año 2014, han estado al frente de tantas protestas, esos que sin medir peligros, han puesto su vida a mansalva de este régimen opresor.

Es allí, donde debemos buscar y dejar a un lado la vieja política donde solo quiere mandar el dirigente de vieja data.

Acá en Torres, se logró hacer un equipo entre los factores de oposición y se alcanzó el objetivo. Ahora, es imperioso buscar que esto suceda a nivel nacional.

Aquí surgen también varios aspectos a considerar. Por ejemplo, hay partidos que tienen disputa por el liderazgo interno. Ante esta situación lo idóneo sería que esos casos fueran solucionados también, mediante primarias, para que quede claro que buscamos aglutinar todos los votos alrededor de un solo líder. Esa es la esencia de las primarias.

Por supuesto, está elección preliminar a las presidenciales debe ir condicionada al respeto del ganador y la obligatoriedad de unirse al gran equipo de campaña que conduzca la reconquista de Miraflores.

No podrán haber dudas, iremos en un solo bloque, sólido, sin fisuras y con la convicción del triunfo.

Este comando de campaña, sería construido por diversos líderes variopintos, pero ideando y ejecutando acciones para que la convocatoria y el acompañamiento a la hora del voto se verifique y se cuantifique. Los testigos de mesa no podrán irse, todos debemos ser guardianes del verdadero respeto al sufragio.

Respecto a la estrategia de campaña, el camino está andado, debemos enfocarnos en hacer ver las calamidades por las que están pasando la mayoría de los venezolanos.

Explicar cómo estamos en el concierto mundial y explicarle al ciudadano común, cómo podemos enrumbarnos hacia el progreso. No podemos seguir discutiendo entre nosotros, que si Venezuela se está arreglando o no. El tema debe ser como hacemos para sacar a esta gente y arreglarla entre todos los venezolanos.

También, debemos dejar las discusiones estériles con los afectos al gobierno, debemos entender que existen y existirán, el nuevo país es de ellos también, venezolanos somos todos.

Seguro, se acostumbraran a vivir mejor, en armonía, esperanzados en un mejor mañana, eso gusta a todos.

Esta campaña del ganador de las primarias, debe hablar del nacionalismo, del amor a lo nuestro, eso no lo podemos perder, pero parece que solo lo extrañamos cuando estamos fuera o cuando estamos fuera o cuando comparamos nuestro hermoso país, como muchos lo quieren hacer ver y en el peor de los casos, si así fuera, es nuestro país, aquí nacimos y eso no lo puede cambiar nadie.

Este país para salir adelante necesita mucho afecto, nos ha dado mucho y no hemos sido recíprocos con él. Fácilmente hablamos de lo malo, nos cuesta decir las maravillas que posee, estoy seguro que más son las cosas buenas.

Hay millones de venezolanos que no nos queremos ir nunca, además, sabemos que muchos que hoy están afuera, ansían volver.

Esa titánica campaña electoral debe tomar en cuenta el éxodo, ellos han sido maltratados en distintas latitudes pero lo tomaron como aprendizaje, porque hasta de lo malo se aprende, de ellos, quienes deseen volver, también es este país.

En pocas palabras, si realizamos unas primarias bajo todas las de la ley, respetamos el resultado y juramos trabajar a su lado hasta lograr el objetivo, podríamos decir que el cambio vendrá en el 2024.

Pero desde ya, hagamos todo lo posible por cambiar la actitud, necesitamos venezolanos creyendo que esto es posible. Basta ya de desánimo, necesario es llenarnos de entusiasmo para lograr cosas buenas, para garantizar la posibilidad a nuestros hijos de desarrollarse en su país y que se atrevan a soñar desde aquí, muchos venezolanos lo han hecho posible, ellos también merecen hacerlo.

Cada quien desde su sitio, puede colaborar al cambio, es simple pero nos cuesta mucho.

Cierto que no ha sido fácil pero si dejamos de creer que es imposible, estaríamos dando un gran paso hacia adelante. Demos el primer paso, luego andaremos juntos, kilómetros de esperanza y de progreso.

¡Dios mediante, saldremos adelante!


Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-