De acuerdo al más reciente reporte Compromisos de Venezuela con el
Convenio de París (Parte I), la actividad minera en la región del Orinoco
afecta no solo a la diversidad del territorio y su riqueza hidrológica; también
a las más de 400 poblaciones y grupos étnicos que residen en la zona; lo que
representa alrededor de un 34 % de los grupos indígenas del país.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela precisó que entre los impactos ambientales que más inciden en el cambio climático se encuentra la tala indiscriminada de árboles, que además limita “el proceso de secuestro de carbono” y favorece las emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
A través de un comunicado, los representantes de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela informaron que el impacto ambiental del Arco Minero del Orinoco se agrava con la remoción del suelo; que “está generando la liberación de CO2 de los horizontes superficiales del suelo donde se acumula la materia orgánica”.
El reporte Compromisos de Venezuela con el Convenio de París exige a las autoridades atender la situación y decretar una moratoria a la actividad minera en toda la Región Guayana. Una medida, que aseguran, debe mantenerse hasta tanto no se formule un plan de desarrollo minero responsable.
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