Hoy, hace exactamente 70 años se funda Central La Pastora.
Se escribe fácil pero son muchos los comentarios que podríamos hacer sobre esta fecha y sobre esta fundación. En 1952 la situación política social de Venezuela estaba convulsionada, muchas necesidades e inconvenientes caracterizaban al interior del país, el problema endémico de enfermedades mortales azotaba nuestro municipio y la Venezuela rural.
La escena política andaba de golpe en golpe, mucha convulsión en tormo a la política u hacía del país un escenario con mucha incertidumbre.
Muchos venezolanos del interior, emigraban a Caracas o a ciudades más grandes, donde la industria comenzaba a generar mayores y mejores oportunidades de trabajo.
Sin embargo, los fundadores de Central La Pastora, apostaron a lo más difícil, creyeron en sus tierras y principalmente en su gente.
Central La Pastora nace para industrializar el campo, recordemos que somos una tierra que siempre ha vivido del agro y la ganadería.
Así Carora, da un paso gigante en el concierto empresarial nacional, no es poca cosa atreverse a construir un ingenio azucarero en este sitio inhóspito con poca agua y sin mano de obra calificada, pero lo hicieron gracias a la terquedad que nos caracteriza.
Insistir hasta lograrlo, por muy difícil que parezca, es una característica fundamental de nuestra caroreñicidad. ¡Así somos!
Central La Pastora a lo largo de siete décadas ha construido progreso, sin duda alguna está entre las primeras empresas del estado Lara y es sustento de una importante cantidad de familias en el municipio Torres.
Más allá de ser uno de los principales motores de la economía torrense, Central La Pastora, ha servido de faro en la preparación de su personal, tanto laboral como socialmente, a través de la capacitación de su capital humano ha logrado desarrollar líderes sociales para su comunidad y hacer de cada uno de sus trabajadores, un modelo de ser humano integral, ocupado de si mismo y de su entorno.
El desarrollo de valores fundamentales, como el respeto, honradez y responsabilidad, han sentado una filosofía distinta en cada integrante de esta gran familia azucarera.
Azúcar refinado La Pastora, es el principal producto del Central La Pastora, el mismo está posicionado en lugares de vanguardia en el paladar del venezolano, la calidad es percibida por el público y los niveles de venta, así lo certifican.
Fundapastora, es el brazo social de Central La Pastora, ya con más de 20 años de existencia sus logros hablan por si solos. Fundapastora es responsable de la formación de familiares y pobladores de nuestra comunidad. Se encarga de ayudar a palear las carencias existentes en el entorno inmediato de nuestra factoría y su área de influencia. Esta área comprende los estados Lara y Trujillo.
Fundapastora basa en la educación su mayor aporte a la comunidad, entendiendo que educando es la mejor forma de construir un país.
Quizás, en una Venezuela golpeada, el gran logro es seguir trabajando, pero no creo que ese sea lo que celebra Central La Pastora, en este día.
Quien escribe, se siente orgulloso de ser parte de un equipo que ve un mejor futuro para nuestro país porque sabemos que nos pertenece, es nuestro, sí, el futuro es de quienes trabajamos con principios, de quienes sabemos que tenemos que salvar obstáculos que nunca dejarán de existir, pero para eso es el equipo, sabiendo mezclar experiencia con juventud, viejas y nuevas formas de hacer las cosas, inyectando juventud al equipo de trabajo, pero a la vez, sembrando en cada integrante del equipo nuestro compromiso con la empresa y con su entorno.
Seguro estoy que estos son los primeros 70 años, que vendrán muchos más y ¿por qué no? vendrán nuevas empresas hermanas, para acoger de nuevo el progreso en nuestro municipio y en nuestro estado.
¡Seguiremos haciendo país!
En Central La Pastora, nacimos para demostrar con orgullo lo que somos capaces de hacer y de vivir.
Seguiremos siendo, la dulce tradición de crecer juntos.
¡Gracias, por tanto, Central La Pastora, felicidades!
¡Aquí seguimos!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
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