
Quizás el tiempo, ese que nunca se detiene es el factor determinante en el transcurrir de la vida. Las definiciones de las etapas de crecimiento y madurez del ser humano, parecieran resaltar el desvanecimiento de las facultades de la vida, con el paso de los años.
Así vemos como la felicidad y la inocencia, se le atribuyen a la niñez, la efervescencia de la vida es propia de la adolescencia y el climax de nuestra existencia, se denomina juventud, etapa que con el paso del mismo tiempo, ahora resulta que la han prolongado.
Para mi es que los teóricos se están poniendo viejos también, nadie se salva del correr del tiempo.
Pero, así como se exaltan las bondades de la juventud, pareciera que ser viejo es lo peor que puede pasarnos, al menos asi es percibido por gran parte del mundo actual.
Debería ser deber de nosotros, de todos, preocuparnos por nuestros adultos mayores, pero más aún, por nosotros mismos.
Pienso que el gran problema de los años dorados, tiene que ver mucho con la soledad, muchos "viejos" deambulan y terminan muriendo por falta de compañía, por ser ignorados, además de los ancianatos, pocas cosas están hechas para esta etapa última de nuestras vidas.
Somos culpables de esta realidad porque nos creemos eternos, queremos vivir lo máximo posible, sin envejecer, es toda una utopía. Mejor sería, buscar y hacer cosas para vivir a plenitud ese tiempo que a todos nos llegará, a menos que el cambio de plano terrenal nos sorprenda antes.
La vejez tiene achaques como todo en la vida, pero también tiene atributos, el disfrute de la labor cumplida es una cualidad que deberíamos intentar todos tener. Se nos va la vida formando una familia, levantando una compañía, trabajando en cualquier oficio. Cada quien en lo suyo y al mirar atrás, esos amigos de siempre se nos esfuman en la vorágine del día a día.
Es importante nutrir las amistades, para mí un amigo es esa familia que tú escoges, es ese alguien con quién eres realmente franco porque en tu sintonía con él o ella, sabes que no habrá reproches, aunque no esté de acuerdo con tu punto de vista. Sabes, que te escuchará y eso es demasiado cuando el tiempo ha pasado.
El valor del tiempo lo entendemos en su total dimensión, luego que el mismo ha pasado algo así, como pasa con el dinero mal gastado, nos damos cuenta después de haberlo botado.
En definitiva, sería propio planificar esa época de nuestras vidas con los panas de siempre, recordemos que sigue siendo nuestra vida. Muchos adultos mayores no hacen sus propios planes, al parecer después que avanza el tiempo solo formamos parte de los planes de otros.
Esto no debería ser del todo así, sentirse autónomo es algo que nos da sentido de pertenencia, es como decirle al mundo aquí estoy, viviendo como deseo con los que quiero, a mi manera, formando parte del mismo mundo de los que nacieron antes y después de mi.
La edad es una referencia mientras el estado de ánimo, determina tu calidad de vida. Cierto que el cuerpo envejece, al tiempo nadie puede resistirse, pero la lucidez mental, depende mucho de la actitud con la cual se enfrente la vida.
Siempre ha habido viejos prematuros y gente inmadura, los dos, forman parte del mundo. También podemos empezar a trabajar en nosotros mismos para mantenernos lo mejor posible, física y mentalmente, para disfrutar a plenitud hasta los últimos días. En gran parte, este logro dependerá de nuestra actitud.
El pensamiento siempre será libre no lo detengamos en el tiempo, solo amoldemos nuestro pensar a todos los tiempos.
No olvidemos que nuestro aliado tiempo, jamás se detiene, entonces, ¿quiŕn nos creemos, para intentar detenerlo?
Mejor, vivamos con calidad nuestro tiempo, a eso suelen llamarlo buena vida.
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
http://www.diarioelinformante.com.ve/2022/10/etapas-de-vida.html
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