La obra pictórica del neogranadino Pedro José de Figueroa
Henry Vargas-Ávila
Consumadas las Guerras de Independencia, las recién
nacidas repúblicas americanas (como la venezolana) hallaron en el esbozo un
intermedio apropiado para catequizar un sumario de apropiación cultural y de
cimentación semejante, asentado en una recitación de la historia que ensalzaba
las figuras de los precursores de la patria y las batallas de las que surgieron
triunfadores.
En transcurso de
la primera mitad del siglo XIX, el continente americano vivió el litigio histórico de las Guerras de Independencia,
que simbolizó, por un lado, el desenlace
del fin de la gobernabilidad colonial en América y, por otro, el
surgimiento de la vida republicana para las nuevas naciones, como la República
de Venezuela. El acelerado situación político de este período poseyó un
desenlace en el mundo de las invenciones creativas, que jamás ha sido extraño a
las acoplamientos que establecen al contexto mutuo. En el contexto venezolano,
en el ideal libertador de formar la Gran Colombia, la emancipación transportó
alcanzando nuevos temas y disposiciones artísticas, sin menoscabo de que las
formas coloniales de entender el arte que predominaran en el nuevo espacio
gubernamental.
Rasgos Biográficos
Pedro José de Figueroa (1778-1836),
educando del artista Pablo Antonio García del Campo (1744-1814), quien fue
discípulo de Joaquín Gutiérrez (1715-1805), el reconocido "pintor de los
virreyes". El lozano Figueroa matriculó en el taller de García del Campo
hacia 1790. Allí, asimiló a pulverizar serrines de colores para arreglar
pigmentos, tensar lienzos en bastidores y barnizarlos, copiar láminas impresas
y realizar apuntes de dibujo basado en modelos naturales, entre otros
conocimientos propios del gremio artístico.
OBRA
De Figueroa
hizo la imagen del general español Pablo Morillo (1777-1836).
Subsiguientemente, a lo largo de la guerra de independencia del espacio
neogranadino 1804 - Pintó un retrato del
Virrey Amar y Borbón, que le fue muy elogiado.
1813 - Hizo el único retrato conocido
del doctor José Domingo Duquesne, publicado después en el Papel Periódico
Ilustrado. Esta obra se encuentra en la sacristía de Gachancipá.
1813 - Pintó un cuadro de Nuestra Señora
de la Peña, que lleva la inscripción: "Pintado por J. P. Figueroa en 1813".
Este se encuentra actualmente en la iglesia de San Agustín.
1817 - Pintó un segundo cuadro de
Nuestra Señora de la Peña, que lleva la inscripción siguiente: «Verdadero
retrato de las imágenes de Jesús y María y José caminantes de Velen a Jerusalén
a presentar al Niño Dios en el templo: se veneran en la Ermita de la Peña.
1817-1819 - Al presentarse la guerra de
Independencia tuvo que borrar el retrato del oidor don Pablo Chica, «temeroso
de alguna desgracia por la espantosa anarquía de aquellos días».
1821 - Hizo algunas pinturas para. La
"Quinta de Bolívar" y también varios retratos del Libertador, como
también al G/D Pedro León Torres.
1822 - Pintó dos retratos de Bolívar
para los Salones de las Cámaras.
1835 - Retocó el famoso cuadro de la
Madona de La Candelaria. Obra original de Francisco del Pozo.
La obra de Pedro
José de Figueroa no fue muy numerosa, pero sí interesante, pues en ella se
puede apreciar el paso de la Colonia a la República. Las pinturas de la Quinta
de Bolívar; los retratos de Bolívar; el cuadro de la. Santísima Trinidad
(actualmente en la Catedral de Bogotá); varias imágenes de Nuestra Señora de la
Peña; los retratos de: Brión, el Canónigo Duquesne, Fray Fernando del Portillo
y Torres; y los de los arzobispos Fernando Caycedo y Flórez y Juan Bautista
Sacristán, que se encuentran actualmente en la Sacristía de la Catedral.
En el momento
oportuno, los principiantes de Figueroa respondieron las significaciones del
maestro, que se consiguen compendiar en los subsiguientes preceptos:
elaboración de retratos de medio cuerpo, dibujo exacto de los rasgos
fisionómicos del modelo, atención minuciosa al detalle de texturas de las
prendas, encajes y objetos que acompañan la composición, el uso de un fondo
neutro —a veces complementado con un cortinaje, cuadro religioso o escudo heráldico—
y la inclusión de una cartela blanca en la parte inferior del cuadro, muchas
veces era completada por el propietario de la obra, con el fin de subrayar los
hechos de historias de vida más distinguidos de la figura plasmada.
El día jueves, 24
de marzo de 1836, Pedro José Figueroa falleció. Su acervo artístico subsistió,
habida cuenta que, desde la período de 1830 hasta finales de la década de 1880,
sus descendientes, Miguel, Celestino y José de los Santos, así como Groot y
García Hevia, perpetuaron su legado con la concepción de retratos, lienzos de
temática religiosa o mitológica, paisajes y cuadros de costumbres populares.
No es sino hasta
el período de 1950, la heredad de Pedro
José Figueroa y sus ascendentes al ser recobrado, evaluado y presentado a
invectiva por historiadores del arte. El esfuerzo ejecutado por estos
investigadores de los anales históricos en los hechos que constituyen un
capítulo original para la historia del arte colombiana.
Epónimo Independentista…
En la conmemoración
del bicentenario de su muerte del Hijo Ilustre de nuestro glorioso Municipio
G/D Pedro León Torres (1788/1822), es recobrado este extraordinario trabajo
histórico de la magnificencia inmortal de nuestra Independencia, que junto a
innumerables emancipadores, quienes vivieron de esta causa en nuestra América.
Como también de nosotros, y tras la
urgencia de proporcionar individuos idóneos para el ejército de estos cargos,
preponderantes por ministerio de la ley con especiales cualidades de parte de
sus titulares, debió poner aquella colectividad en el camino, o en la
situación, de proporcionar los necesarios medios que condujeran a aquel
perseguido fin.
Héctor García (1940). “La tradición
refiere que Torres, y sus hermanos, compadecidos de la triste situación en que
la Patria yacía, no vacilaron en ponerse bajo las banderas bolivarianas,
incorporándose aquel ejército…al efecto determinaron dirigirse a la ciudad de
Trujillo, donde ofrecieron sus oficios al futuro Libertador.”
Pedro Domingo Oropeza Pernalete,
autodidacta de El Diario de Carora,
esgrime que, “Fue un hecho extraordinario, al toparme con este hallazgo dentro
mi biblioteca con el libro: Historia de las Fuerzas Militares de Colombia,
editada 1993 por Álvaro Valencia Tovar. Que impresión sentí ante este
acontecimiento, por cuanto sin temor a errar, nadie hasta la fecha había dado
con un retrato del Pedro León Torres, posando esta imagen que se ubica dentro
del mismo texto en página número 30, del referido texto, en cuestión”.
G/D Pedro
León Torres (1821)
Análisis:
Autor: Ícono Denotación Connotación
Pedro José de Figueroa (1788/1836)
Obra policromada del período
colonial de Pedro León Torres. Óleo del Epónimo realizado en el año 182, por el
pintor neogranadino Pedro José de Figueroa. Dimensiones: (Pintura óleo/ tela:
73.5 cm x 60.5 cm.
Esta obra está registrada en la
Colección Museo Nacional de Colombia, Registro Nº 383.
La obra fue adquirida por el
Ministerio de la Institución Pública con destino al Museo Nacional de Colombia,
el día viernes, 25 de abril de 1913.
Inmediatamente, a lo largo de los
acontecimientos acontecidos en la campaña militar de reposición del los héroes
de la Independencia, Figueroa realizó el retrato del G/D Pedro León Torres.
Se presume este lienzo fue un
encargo hecho por el virreinato de
nueva granada ocurrido entre los
años 1815 y 1819 como parte de la
campaña militar de la restauración
de la monarquía Nueva granadina.
Podemos contemplar una figura
diseñada a cuerpo completo del
General Pedro León Torres luciendo
su uniforme militar demostrando de esta forma el grado castrense.
La presente obra muestra una imagina
rígida, carente de volumen y
una aproximación al retrato del
General Torres.
Las composiciones simples enmarcadas
concernientes a su mirada, señalan en un contexto iconográfico aspectos revolucionarios.
De esta manera, el tratamiento del
color demuestra la gran riqueza
cromática en su paleta.
Este maestro copista nos demuestra
su gran talento en la reproducción pictórica. Dejando un legado documental para
la historia.
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