A finales de octubre comienza a llegar un clima distinto, es verdad que se siente un poco más de frío por decirlo así, sobre todo en las noches. Pero el ambiente festivo y las decoraciones alegóricas a la Navidad, comienzan a hacerse presente.
En lo particular esta época del año me gusta, pienso que a la mayoría de personas les complace sentir que llega la época de compartir, ese tiempo donde suelen darse reencuentros y son fechas para pasarla en familia de la mejor manera posible.
Ese ambiente sabroso depende mucho de nuestro ánimo. Por muy bien decorada que este la calle o el sitio donde laboramos, sino estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros, nada cambiará.
Aprovechemos, está alegría de poder salir, recuerden que venimos de casi tres años sin poder hacerlo, apenas el año pasado fue que tuvimos unas navidades semi abiertas por definirlas de alguna manera.
Pienso que es preciso el momento para agradecer la vuelta a la normalidad, no es poca cosa, es sentir de nuevo la libertad de poder andar sin tapabocas, de abrazarnos sin ningún impedimento. Valoremos esos detalles que llegamos a anhelar y que de nuevo podemos hacerlo, estas cosas por simple que ahora nos parecen, llegaron a parecer imposibles.
El solo virar la vista atrás, hablemos de noviembre 2020, no fue igual. El mundo entero estaba en una gran incertidumbre, reinaba la tristeza, muchos hogares en todo el planeta habían perdido parte fundamental de su núcleo familiar. La terrible sensación de impotencia llegó a reinar en todos los países, de nuevo quedaba demostrado que sin salud, no somos nada. Es como si el mismo mundo nos explicase con el peor de los ejemplos que todo puede no servir de nada.
Por eso, veo esta vuelta a la normalidad como una nueva oportunidad. Agradezcamos a Dios esta nueva página, hagamos cosas distintas, ayudemos desde nuestro sitio con lo que podamos, es necesario hacer más justo y equitativo el mundo actual.
En estos días podemos tratar de ser mejores, hagamos costumbre un nuevo buen hábito o cambiemos uno malo. Lo importante es querer ser mejor cada día. Dando un buen consejo, ayudas, omitiendo una ofensa también. A veces, hasta haciéndote el pendejo, colaboras.
Lo esencial es mejorar, la lección de la pandemia, aun no es asimilada en toda su dimensión. Pero dejo claro que podemos ser mejores personas si nos ponemos en el calzado de quien necesita, también enseño que no todo sirve para todo, que la salud es un preciado sin valor, no podemos calcular, ni mucho menos comprar salud.
La pandemia nos enseñó que los abrazos hacen falta, que por mucho que nos veamos a través de dispositivos, hace falta tocarnos. Que llorar abrazados es más íntimo, que las miradas cortas llegan a tocarse, nos recordó simple y llanamente nuestra parte humana.
No en vano pasan estas cosas. Solo que nos cuesta entender que al parecer en eso de vivir, no vamos tan bien.
En estos días tratemos de dar, no solo lo que nos sobra, demos un poco más, mucha gente necesita, sobre todo quienes fueron víctimas de las lluvias que han azotado al país. Hagamos un esfuerzo, creo que ellos lo merecen. Muchos quedaron sin techo y cobijo. Mostremos la madera de la cual estamos hechos, por ello propongo que hagamos centros de recolección en las iglesias, templos, escuelas y cualquier otro sitio de fácil acceso para usarlos como centros de acopio y que recoja todo lo allí presente, cualquier organización que goce del visto bueno de la mayoría para distribuir estos enseres y alimentos de la mejor manera posible.
Este sería un tremendo regalo para todos ellos. Así también, enseñamos a nuestros pequeños, lo importante de la navidad. Compartir y hacerse solidario con quien lo necesita siempre estará de moda. Esta si es una buena forma de influir en los demás, sin fotos, sin poses, dar sin esperar nada a cambio, solo disfrutar el placer de dar.
Invito a todos, a construir una gran recolecta de alimentos, ropa, juguetes y medicamentos para los afectados por las lluvias.
Creo propicia la oportunidad para que hagamos una gran labor en esta navidad.
Leeré sus comentarios y aportes para llevar a cabo esta gran recolecta, los mismos los pueden hacer llegar a través de la cuenta en Instagram @peche.eventos.
De antemano, gracias por su atención.
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
En estos días tratemos de dar, no solo lo que nos sobra, demos un poco más, mucha gente necesita, sobre todo quienes fueron víctimas de las lluvias que han azotado al país. Hagamos un esfuerzo, creo que ellos lo merecen. Muchos quedaron sin techo y cobijo. Mostremos la madera de la cual estamos hechos, por ello propongo que hagamos centros de recolección en las iglesias, templos, escuelas y cualquier otro sitio de fácil acceso para usarlos como centros de acopio y que recoja todo lo allí presente, cualquier organización que goce del visto bueno de la mayoría para distribuir estos enseres y alimentos de la mejor manera posible.
Este sería un tremendo regalo para todos ellos. Así también, enseñamos a nuestros pequeños, lo importante de la navidad. Compartir y hacerse solidario con quien lo necesita siempre estará de moda. Esta si es una buena forma de influir en los demás, sin fotos, sin poses, dar sin esperar nada a cambio, solo disfrutar el placer de dar.
Invito a todos, a construir una gran recolecta de alimentos, ropa, juguetes y medicamentos para los afectados por las lluvias.
Creo propicia la oportunidad para que hagamos una gran labor en esta navidad.
Leeré sus comentarios y aportes para llevar a cabo esta gran recolecta, los mismos los pueden hacer llegar a través de la cuenta en Instagram @peche.eventos.
De antemano, gracias por su atención.
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
http://www.diarioelinformante.com.ve/2022/11/el-placer-de-dar.html
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