Por: Lokman González.-
¿Era realmente
la hija ilegítima del Marqués de Linares?
Este es el título de una obra
escrita por la historiadora e investigadora, experta en genealogía, heráldica y
paleografía,Astrid Antuña Llorens, en ella narra la dura historia de Aniceta, una
mujer que siempre "aseguró" ser la hija no reconocida de uno de los
hombres más importantes del siglo XIX.
El marquesado de Linares es un título nobiliario español creado por el rey Amadeo I en
1873 a favor de José de Murga y Reolid, notable economista y senador del Reino.
José de Murga y Reolid nació en Madrid, en 1833, en el seno
de una familia vasca que había cosechado una inmensa fortuna con sus negocios
en Cuba y con el auge de los ferrocarriles.
En junio de 1858, José contrajo
matrimonio con Raimunda de Osorio y
Ortega. A pesar de las leyendas que han
rodeado a la pareja y que hablan de un matrimonio entre medio hermanos, bulas
papales y una hija en cautiverio para salvaguardar el buen nombre de la casa,
el matrimonio no tuvo hijos oficialmente.
¿Cuántas Anicetas habrán
en este mundo de historias ciertas y fábulas inventadas?
En el año 2004 existió una
“Aniceta”, fue presentada a la autoridad en el año 2006. Tardaron dos años para
que esta “Aniceta” fuese bautizada y presentada al pueblo. Su padre biológico,
el que la engendró por eyaculación mental, nunca se ocupó de ella. Luego fue
adoptada por un carnal de su padre que tampoco vio de ella. Sí hablaba de ella
pero no la alimentó, nunca la protegió, nunca la desarrolló.
La vida de esta “Aniceta”
transcurrió sin pena, ni gloria. Según algunos tiene dos supuestas hermanas
mayores, digo supuestas porque sí se le hace una prueba de ADNseguro daría
negativo.
En el pueblo hay unos
pocos que, tanto tiempo después y sin ver de ella, la andan buscando
desesperadamente para reivindicarla y demostrar que es valiosa pero llegaron
tarde, ella falleció en el 2021. Por descuido y por desnutrición, nadie la
alimentó.
¡Pobre Aniceta!,en esta
versión local cuentan que un rey mago llegó ya muy tarde para salvarla.
Esta Aniceta, tampoco nadie la quiso.
“La tolerancia
absoluta de todo y para todo, es el valor dominante. Lo único que no se tolera
en tiempos posmodernos son las convicciones firmes, las que no se sujetan a
consenso, pues la época líquida, no tolera lo sólido y lo vomita”
ZygmuntBauman
COMENTARIOS