Una semana ha pasado desde que el ejecutivo nacional anunció el aumento de salario y ya se convirtió en “sal y agua”, la galopante inflación en Venezuela ha mermado considerablemente el poder adquisitivo de las personas, al punto de no poder costear por completo la canasta básica.
La carne de res ha sido uno de los rubros que más ha sufrido incremento en sus costos, resulta que los precios aumentan semanalmente, lo que le dificulta al caroreño poder adquirir esta proteína y no eliminarla por completo de la mesa.
Haciendo un recorrido por las diferentes carnicerías de la ciudad de Carora se pudo constatar el precio actual del kilogramo de carne, el cual supera los 20.000 Bs.S y hay establecimientos donde el costo supera los 25.000 Bs.S.
Maniobras es lo que hacen los caroreños para poder llevar una porción de carne a la mesa, ya que el salario actual es de 40.000 Bs.S y sólo se podrían adquirir dos kilogramos de carne, sin contar con que la próxima semana ya no sería el mismo precio.
Génesis Páez, encargada de una carnicería de la ciudad indicó que las reses aumentan semanalmente y que los precios son muy elevados debido a la cantidad de canales por los que las mismas pasan hasta llegar a las manos del carnicero a lo que le suman un costo por el uso del transporte.
Páez aseveró que en la medida de las posibilidades tratan de tener precios por debajo de la competencia y así favorecer a la comunidad que es el cliente que a diario sale a comprar lo que va a consumir.
Se las ingenian para obtener la carne
Los consumidores consultados hicieron saber que se han valido de estrategias para poder mantener el consumo de carne en sus hogares, asi sea tres veces por semana, dividiendo un kilogramo de carne en cuatro partes y así poder consumir la proteína cuatro veces a la semana, esta medida, es funcional en las familias que tienen menos de cuatro miembros.
Otros, manifestaron consumir una sola vez a la semana la carne y combinan la alimentación con granos y sopas de verduras.
Yanitza Martínez
Fotos: Deivis Mendoza
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