El Cementerio Chiquinquirá, ubicado en la carretera, Carora-Aregue ha sido la victima preferida del hampa y el vandalismo, quienes en los últimos dos años se encargaron de desvalijar el campo santo al punto de profanar las tumbas de los difuntos para cargar con urnas, lapidas, planchas de concreto, entre otras cosas.
Desolado y sin ningún tipo de atención ni resguardo se encuentra el conocido “cementerio de Aregue” sus espacios saqueados, son el rostro visible de la desidia gubernamental y la delincuencia se encargó de llevarse toda la cerca perimetral, así como de acabar con la capilla a la cual solo le dejan el techo, a eso se le suma que la morguecita fue desvalijada totalmente.
Dar el último adiós a un ser querido se convirtió en una situación de riesgo, quienes deciden sepultar a sus familiares en este cementerio corren el riesgo de ser asaltados en el lugar, se conoció de varios casos de atracos a mano armada en medio de la inhumación.
A eso se le suma que para poder llevar a cabo las exequias de sus familiares deben tener altas sumas de dinero ya que en el campo santo, el personal no cuenta con los materiales por lo que deben costear todo lo requerido.
Profanan tumbas
Cada día aumentan las denucnias de profanación de tumbas, en un recorrido realizado por El Informante en el campo santo, se pudo apreciar un gran número de panteones profanados, al parecer los vándalos buscan hurtar las planchas de concreto que luego son comercializadas, en otros casos, se pudo conocer que extraen los restos para luego vender los panteones a precios más económicos.
Eso ha logrado que los restos humanos estén a la vista de todos en un gran número de panteones.
Yanitza Martínez.-
Fotos: Deivis Mendoza
 |
| Muchas son las tumbas abiertas |
 |
| Puertas y ventanas de la capilla fueron robadas |
 |
| Se puede evidenciar como profanan las tumbas |
 |
| Acabaron con todo en la capilla |
 |
| La morguecita no escapa de las manos del vandalismo |
 |
| Un campo santo donde se roban todo lo que consiguen |
 |
| Se llevaron hasta el portón |
COMENTARIOS