El economista, Luis Vicente León, aseveró que la dolarización bancaria es ineludible. “Ocurría de facto y ahora se regulariza”, complementó.
Aseguró que otros bancos buscarán una pronta incorporación de forma escalonada y que la competencia reducirá el precio de las tasas, situación que según el economista sería favorable para la economía venezolana.Asimismo, indicó que a pesar de representar un beneficio para las transacciones bancarias, el proceso debe ser usado de forma sensata ya que las operaciones podrían vincularse a intereses netamente políticos.
Acciones predecibles
El economista Asdrúbal Oliveros, coincidió al decir que esta clase de acciones eran predecibles, agregando que dichas medidas podrían ayudar a facilitar transacciones y extender su dolarización. “No falta mucho para que más bancos se sumen. Y cada quien va a trabajar con el de su confianza”, comentó.
En contraposición, el economista, Luis Arturo Bárcenas, explicó que aún no es posible hablar de dolarización de la banca venezolana debido a que la transaccionalidad de los instrumentos mantiene una posición inconclusa ya que “aún en custodias, los fondos pueden ser traspasados solo a lo interno de cada banco, entre clientes naturales o jurídicos, con o sin autorización”.
Indicó que gestionar pagos a través del uso de puntos de venta será imposible, ya que las transacciones estarán limitadas a medios electrónicos compartidos en el mismo banco, incluyendo transacciones mediante el uso de la web.
Bárcenas aseveró que, por los momentos, la banca venezolana no se encuentra en capacidad de otorgar financiamiento en divisas, “según el espíritu del último convenio cambiario imperante. Esto es un punto crucial en toda dolarización financiera”, aclaró. Expuso, de igual modo, que la movilidad de recursos se encuentra cercada hacia fondos en divisas locales, tomando en cuenta que hasta ahora no es posible que las “captaciones” reciban recursos provenientes de depósitos en el exterior y viceversa.
Siguiendo la misma línea de ideas, el economista declaró que “a pesar de estar exceptuados de la Constitución de encaje, el pasar de custodias a depósitos podría acarrear mayores implicaciones patrimoniales y de riesgo para la banca, o mayores intereses del regulador por encajes especiales”.
Concluyó sus declaraciones argumentando que la promoción de una dolarización a niveles más elevados pasa por aplicar un mecanismo de compensación para el intercambio en divisas entre clientes y comercios de otros bancos en tiempo real.
EU.-
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