Y qué de los Carnavales de antes?.
Soy de las que digo y mantengo: “En cualquier temporada y aún en tiempos
difíciles, en nuestras propias calles podemos explorar aires diferentes y
recibir a todo visitante con orgullo”.
Al Llegar a la capital del municipio
Torres, Carora, surgen alternativas para disfrutar a plenitud todo lo que
encierra el ambiente colonial, ganadero, agricultor, artístico, gastronómico y
cultural de ésta localidad. Pasear por
sus calles comerciales, permite conocer y admirar rostros que dejan ver los
años de sacrificio pero también reflejan el trabajo bien hecho y el aire de
satisfacción por lo logrado en familia.
Carora es bella, y muchos de los que
llegan a ella ha sido “de pasada” (por responsabilidades laborales, por
investigaciones estudiantiles y más) pero se van con un muy buen concepto como
poblado urbano y eso nos llena de orgullo!. Un alto porcentaje vuelve ya que
quedó con ese grato e inigualable vivir y ésta vez sí para quedarse algunos días y conocerla un poco más.
Estar en Carora, es dejarse deleitar
con un paseo sin costo alguno por su bella Zona Colonial, con sus adoquines y
fachadas que se dejan embelesar con las miradas humanas, allí mismo puede visitar
su catedral, San Juan Bautista, edificación del siglo XVII, augusta y
emblemática por cierto, al igual que su grandiosa Plaza Bolívar ubicada en la
misma calle. El sector hotelero también tiene sus grandes bondades, de hecho me
permito estar en pie y aplaudirlos porque una de sus virtudes es la pasión a lo
propio, al patrimonio y a la excelencia, es la misma que les ha permitido
mantenerse ante la terrible pandemia mundial que se vive en estos días.
Aquel carnaval de
Carora.
Éstos días festivos de Carnaval, aunque
en la actualidad no sean disfrutados como antes es preciso recordar que es una antigua
tradición y quienes la propiciaron en ésta localidad, fueron los más
importantes hombres de empresa y producción entre ellos Don José Nicolás
Meléndez y Don Octaviano Herrera, quienes como muchos otros, no escatimaban
esfuerzos de ningún tipo para hacer realidad el colorido y disfrute de aquellas
fiestas.
Las calles se llenaban de gente en las
puertas de los hogares a esperar el paso de la celebración que también tenía su
reina, gran cantidad de observadores seguían el paso de la alegría de los
disfraces, dónde las negritas eran las primeras invitadas, conjugando
automóviles adornados y carrozas, papelillos, serpentinas y caramelos. Los
disfraces y comparsas eran la admiración y el centro de aquellos saraos
populares.
Sabores del lugar.
A Carora hay q vivirla con su
gastronomía tan propia, de hecho siempre ha tenido un lugar especial en el mapa
del buen comer de Venezuela.
Es un deleite visitar algunos de sus restaurantes
de comida tradicional, uno que por su calidad no puede faltar es, "Ajilao Bistro + te bar",
ubicado en la avenida Bolívar, acá la comida es típica caroreña, mezclada con
nuevas fusiones, sin perder su esencia natural de los sabores propios en platos
tan emblemáticos como el Lomo Prensado, también puede disfrutar del mejor queso
de cabra o de unas buenas caraotas aderezadas con las flores del maguey o
vicuyes, o el pepinillo criollo de monte, tratados con las sabias manos de los
hermanos Fernández, esto aunado a bebidas y dulces únicos y sabores tan propios
como el buen cocuy de penca.
Ante la ausencia temporal de fiesta y
algarabía por los carnavales llenos de
brindis y aglomeraciones, carrozas, disfraces y bailes populares, un destino a
visitar es el municipio Torres; tienes varias formas de hacerlo y encuentras
una sana recreación y la degustación de los sabores caroreños.
Por:
Gerardo Pérez González
Kendy Jiménez / @kenndysj
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