El pasado 14 de noviembre, la Diócesis de Carora celebró su 29 aniversario con una Solemne Eucaristía en la parroquia San José de Calasanz de padres escolapios, el Clero Diocesano dio gracias a Dios por tener casi tres décadas de haber sido Eregida Canónicamente por el Papa Juan Pablo II.
Monseñor Carlos Enrique Curiel Herrera actual obispo de la Diócesis de Carora, agradeció a esta Iglesia que une a los municipios Torres y Urdaneta, de igual manera a todo el pueblo de Dios que la conforma. Indicó que la Diócesis llega a sus 29 años entre luces y sombras, entre debilidades y fortalezas, invitando a todos quienes la integran, a seguir siendo obedientes a Dios.
Durante la homilía también pidió a los sacerdotes, religiosas, laicos “ser una Iglesia perseverante fundamentada en Jesucristo que siga dando la vida al servicio del pueblo para que todos nos sintamos miembros y corresponsables de ella”.
Finalmente, ha pedido al pueblo de Dios que peregrina en esta Iglesia local, ser una Diócesis en Sinodalidad que camine alegre en la esperanza por encima de las dificultades, a pesar de los sufrimientos que ha provocado la crisis país, agravada por la pandemia. Les ha pedido seguir el camino de la esperanza, un mundo mejor, más fraterno, más humano, donde se reconozca la igualdad entre hermanos.
“Seamos esa iglesia que comunique la alegría del evangelio, que le devuelva la esperanza al pueblo” indicó.
I Encuentro del Sínodo de la Sinodalidad
En el marco del aniversario de la Diócesis, Monseñor Carlos Curiel junto a la Vicaria Pastoral de la Diócesis de Carora dirigida por el presbítero Ernesto Camacho, realizaron el I Encuentro del Sínodo de la Sinodalidad, en el mismo participaron los miembros del consejo pastoral de las diferentes parroquias que conforman la Diócesis de Carora.
Durante el encuentro, el presbítero Ernesto Camacho explicó en qué consiste el camino sinodal al cual se refiere el Papa Francisco. Recordó que, con este nuevo camino, el cristiano-católico está llamado hacer florecer la esperanza, estimular la confianza, vendar las heridas, tejer relaciones nuevas y más profundas, aprender unos de otros y construir puentes de hermandad.
Prensa Diócesis de Carora.-
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