Con la placa destrozada y su cruz en el suelo se encuentra la tumba del ilustre Cecilio "Chío" Zubillaga, y es que ya no es sólo el abandono y la profanación de tumbas lo que reina en el camposanto de la ciudad, también el vandalismo que hace de las suyas dentro y fuera de este lugar.
Sarcófagos y sepulcros abiertos, monte y basura por doquier, además de una completa soledad es lo que se puede observar en el Cementerio Municipal, y donde la delincuencia y el vandalismo siguen ganando terreno a los ojos de los organismos gubernamentales.
Cabe destacar, que aunque faltan pocas horas para celebrarse el día de los muertos, muchos son los que lamentan que ya no exista vigilancia en el camposanto y que no se respete la memoria de los difuntos, pues muchas son las tumbas de ilustres caroreños que se encuentran completamente olvidadas, aún cuando es obligación de la municipalidad el mantenimiento y seguridad del Cementerio Municipal.
Previo al día de los fieles difuntos era habitual ver como la municipalidad se encargaba de realizar la limpieza del cementerio, tanto interna, como externamente.
Las entras principales están visiblemente enmontadas, las paredes sucias y todos los caminos llenos de maleza de donde han proliferado serpientes y demás animales.
También, el campo santo caroreño ha servido de vertedero de basura y escombros gracias a las fallas en el servicio de recolector de basura en la zona.
Raymar Falcón.-
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