Nada es más reconfortante que la labor cumplida, culminar con éxito algo, es la mayor victoria. Da mucho gusto haber colaborado con la realización del Béisbol Tradicional Caroreño.
Todos los involucrados hicieron su labor de la mejor manera posible, el trabajo en equipo quedó reflejado en la gran final.
Sabemos que todo es mejorable, de no ser así, la vida no tendría sentido pero estábamos tan jodidos, que nada podíamos hacer, todo lo empañaba la mal entendida visión política de las cosas.
La participación de la sociedad civil y de la empresa privada, es decir, la misma ciudad con su gente, han hecho posible volver a creer en una ciudad pujante.
Ya nos empieza a llegar inversión foránea, se ven nuevos emprendimientos y se comienza a ver CARORA cómo destino comercial.
Esto ya es un avance palpable y proyectable. Hablando en números, podríamos decir que paramos la caida del Municipio Torres.
Pero resalta más la parte emotiva del conglomerado torrense que hoy por hoy, anda con otro semblante, en criollo, le volvió el alma al cuerpo y eso no tiene precio.
Con el final del campeonato del Béisbol Tradicional Caroreño, se confirma que con voluntad y ganas de hacer las cosas, se logran.
Ese afecto desbordado por la pelota en CARORA, merece que cada año la misma mejore en todos los sentidos.
Aplicar una reingeniería a todo el campeonato sería lo más idóneo.
La pelota jugada en nuestra ciudad fue de altura, la calidad de los peloteros y sus ganas de dejarlo todo en el campo se notó y fue la guinda que coronó la escena.
La esperanza ha llegado de nuevo a CARORA, estamos viviendo nuestras tradiciones y nuestras diversiones como lo aprendimos. Estamos yendo donde deberíamos estar hace mucho tiempo.
Pero lo pasado ya no importa, solo tomemos lo bueno de esa mala experiencia, hagamos de estas ganas de evolucionar hacia una mejor ciudad, un espacio de ciudadanos, donde lo público se pueda mezclar con lo privado, haciendo simbiosis. Ejemplos hay muchos, por lo tanto, estamos seguros que con el esfuerzo de todos, será posible.
Carora se está convirtiendo en un ejemplo, donde su gente se ha atrevido a llevar a cabo lo que nos gusta. A esfuerzo propio, pero lo mejor de todo, lo que no se puede comprar ni con todo el oro del mundo, es el comportamiento cívico de nuestra gente, esa es la característica del caroreño.
El comportamiento en los carnavales, en las ferias, en el béisbol, ha sido excelente, solo queda expresarle sinceras felicitaciones por tanta civilidad.
Eso demuestra que podemos hacer grandes cosas por Carora, ella lo merece todo.
Debemos aprovechar este momento para que cada quien desde su espacio se contagie de este renacimiento en todos los aspectos, respirar otros aires, ver que se pueden hacer cosas que habían quedado en el olvido, es muy satisfactorio.
La edad de los asistentes a todos los eventos, nos habla de lo compenetrados que estamos como pueblo. Al niño lo lleva el abuelo, el nieto carga a sus padres, en fin, todos andamos juntos en la misma calle. Esto es maravilloso, solo unidos en el mismo tejido social, avanzaremos.
Los resultados, hablan por si solos, en lo deportivo ganaron los verdes, la leña verde se llevó el triunfo frente a una marea azul que lo intentó todo. En el deporte, solo gana uno, esta vez Torrellas es el campeón.
Desde aquí, enviamos felicitaciones al equipo campeón, merecido laurel.
Sigamos en este rumbo, continuemos soñando, ya casi que lo hacemos despiertos.
En esta temporada de béisbol, así como en otros importantes eventos, ganó el civismo. El comportamiento demostrado durante la jornada final habla de la calidad de caroreños y ciudadanos que tiene nuestra tierra.
Gracias Carora, gracias fanáticos de ambos históricos equipos, al final ganó ese abrazo sincero entre el verde y el azul, esa palmada de felicitación por el título obtenido.
Antes de finalizar, debo agradecer a quienes forman parte fundamental del desarrollo de las sociedades, los periodistas y comunicadores sociales, esos que con pasión y responsabilidad estuvieron allí, desde el día uno representando a sus medios de comunicación.
Sin duda, la pasión impresa en cada transmisión, cobertura y difusión habla de la calidad de comunicadores, periodistas y locutores que tiene nuestra ciudad.
¡Gracias por siempre sumar!
En Carora ha despertado la esperanza de una ciudad mejor, es palpable, posible y visible.
Los días por venir deberían ser mejores no perdamos el empuje, si es necesario agarrar más impulso, no temamos ya que hay mucho por hacer, sigamos haciendo, la mayoría siempre agradecerá.
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
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