Desde el año 2016, el laboratorio clínico del Hospital Pastor Oropeza, ha estado arropado por las necesidades llevándolo a un estado de decadencia que va, desde el deterioro de sus instalaciones, la falta de reactivos y condiciones para poder laborar.
Pese a las necesidades existentes y que, con el paso de los años se han agudizado, el personal que trabaja en este laboratorio se ha mantenido cumpliendo horario, atravesando por una serie de vicisitudes que han llevado a la paralización técnica de este importante servicio en el máximo centro de asistencia social del municipio Torres.
En los últimos seis años, las necesidades han aumentado en este laboratorio, comenzando por la falta de agua potable, situación que se ha mantenido.
El personal para poder asear las áreas deben recoger agua cuando logran abrir la llave, de 15 a 20 minutos al día y el resto la reciclan del aire acondicionado.
En cuanto a equipos, se pudo conocer que el Ministerio de Salud, hizo la dotación de unos de última generación pero no cuentan con reactivos para poder darles uso por lo que únicamente realizan pruebas de HIV y VDRL cuando les solicitan alguna jornada externa al centro de salud.
En ese sentido, únicamente realizan las tomas de muestra a los pacientes que se encuentran recluidos en el hospital, quienes deben realizarse los exámenes en laboratorios privados.
Inslataciones en malas condiciones
Los espacios de este laboratorio carecen de iluminación y ventilación, situación que ha aumentado la aparición de murciélagos y ratones. Por esa razón, tuvieron que habilitar el área para emergencias y es en ese lugar donde se mantienen realizando el poco trabajo ya que también, es el único espacio que tiene aire acondicionado.
El estado actual de este laboratorio, uno de los pocos públicos que quedan en Carora, ha llevado a los pacientes a tener que desembolsillar altas sumas de dinero en laboratorios privados, servicio que debería mantenerse activo en este que es el segundo hospital mas grande del estado Lara.
Yanitza Martínez.-
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