Para el alcalde Javier Oropeza, la muerte de cada venezolano fuera de estas fronteras, en las condiciones que sean, obliga a reflexionar sobre el país que se quiere y necesita, más hoy a todos los torrenses, ante la lamentable y trágica muerte de uno de los nuestros, Jorge Antonio Arispe Sierralta, quien con tan solo 27 años fue llevado por las circunstancias a abandonar el país.
“Este joven para los organismos internacionales, es uno más en las estadísticas, pero para nosotros los caroreños, sus vecinos de El Torrellas y su familia en particular, razón de dolor y mucha angustia. En particular para todos los gobernantes en sus distintos niveles, motivo de análisis, porque somos los llamados a crear las condiciones necesarias para que estas migraciones forzosas cesen lo más pronto posible”, expresó el alcalde Oropeza.
Adicionó: “La responsabilidad debe ser compartida en mayor y menor grado. Por eso insto a los gobiernos nacional y regional, a coadyuvar esfuerzos por el bien del país; a acordar puntos de entendimientos sobre gobernabilidad, para así superar la crisis. No tengo la menor duda que en las distintas instancias de gobierno, tenemos muchos puntos de coincidencias, como evitar que muertes como la de Jorge Antonio vuelvan a ocurrir. Para ello, debemos unir esfuerzo y avanzar hacia el país que todos queremos”.
“A la familia Arispe Sierralta, con la profunda pena que compartimos, les expresamos en nombre de todos los conterráneos de este joven caroreño, las más sensibles expresiones de pesar. El dolor que su muerte causa no debe quedar en el olvido; porque esta etapa triste y lamentable de nuestra historia, debe quedar escrita para la perpetuidad como un recordatorio para que no se vuelva a repetir, una vez retorne la prosperidad perdida”, finalizó.
Prensa: Alcaldía de Torres.-
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