En días pasados estuvo de visita en Carora un conocido influencer del estado Zulia, quien se dedica a hacer caridad de diversas maneras y genera contenido para las redes sociales.
Las acciones que realiza contribuyen enormemente para saciar las necesidades básicas de muchos hermanos con múltiples carencias. Este tipo de contenido tiene seguidores y detractores, como todo en la vida.
Creo que no hace falta grabar a quien se le da algo, opinión muy personal y como creyente en Dios, que el lo vea, basta.
Todo esta vorágine de sabernos famosos por cualquier razón, ha llevado a la humanidad a querer hacer visible todo. Es como si cada uno de nosotros necesitara la aprobación de otros para seguir actuando de tal manera.
Cierto que quien consume este contenido quizás haga lo mismo o se motive a ayudar, en realidad eso busca quien hace esto y ojalá consiga mucho que dar.
Además, también deseo que mucha gente haga lo mismo para el bien de muchos, es una labor plausible.
Sin embargo, la esencia del dar es tan desprendida que no importa si otro lo sabe o no, disfrutar el dar, ya en sí es una sensación placentera.
Hay mucho morbo con esto de los influencers, quienes a veces son vistos solo por el alto número de seguidores, sin importar el contenido. Es algo así como los avaros, aman el tener, no importa a cuesta de qué.
Así el mundo de las redes sociales. Mucha mentira convertida en realidad, solo sostenida por el número de "me gusta". Pocos analizan la veracidad de ciertas informaciones. Lo malsano de ls RRSSi genera alto tráfico, porque el morbo domina a quién invierte todo su tiempo útil mirando un teléfono.
Este tema de la adicción al celular, comienza a quebrantar la salud mental de la humanidad. Revisemos este abultado uso de las RRSS, ya no solo son jóvenes y niños, muchos adultos creen todo y lo comienzan a internalizar, sin saber a ciencia cierta el origen o la intención del mensaje.
Cierto que hay buen material en el mundo virtual y que gracias a Google, mucho embustero y embaucador ha quedado sin oficio. Pero no puedes gastar la mayoría de tu tiempo pendiente de un teléfono.
En muchas tiendas los deberían de prohibir, la gente no quiere trabajar, no pueden despegar sus ojos de la pantalla del dispositivo.
También, hay buenas iniciativas en el mundo para combatir está adicción, varios restaurantes exigen el apagado de los mismos para poder sentarse en sus mesas. Esto a muchos nos pasa. ¿A la hora de comer en tu casa, te pasa lo mismo?
Al final, por mucha tecnología que haya siempre será mejor mirarse, conversar en pausa, hablar de lo que tú crees, así estés equivocado, es necesario volver a entender que cada quien tiene su personalidad, que no necesariamente la vida de cada uno de nosotros para ser buena o mala, tenga que ser viral.
Cada quien a lo suyo sería más beneficioso para todos.
Saquemos la cuenta, cuánto tiempo estamos pendientes del teléfono. Agarren ese tiempo y hagan algo productivo, por ejemplo, hagan ejercicios o lo que quieras, solo has el ejercicio y verás que encuentras ese tiempo que dices no tener.
Apuesto, por menos vida virtual y mas sentido de la vida. Al final, la gente más que estados, analiza el ánimo de las personas. Cualquiera sube una frase famosa en Twitter o en un estado. Pero pocos, desde la experiencia de su vida, enseñan mucho más.
Creo que todo se puede hacer, sin caer en los excesos. Muchos por creer en influencers terminan siendo influenciados.
Creo más conveniente preocuparse más cada día por ser buena gente.
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
http://www.diarioelinformante.com.ve/2022/09/exposicion-mediatica.html
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