En un hecho histórico y de gran trascendencia para la clase trabajadora de Colombia se ha considerado la oficialización por parte del presidente Gustavo Petro Urrego de modificar, vía decreto, el nuevo salario mínimo para el próximo año.
Anoche, tras celebrar una reunión extraordinaria con todos sus ministros, el mandatario nacional tomó la determinación de reajustar en un 20 por ciento el salario que fue fijado el pasado 14 de diciembre, mediante acuerdo entre gremios y sindicatos, en $1.160.000, para establecerlo ahora en $1.392.000, mientras que el auxilio de transporte para la vigencia 2023 quedará en $140.000, tal como se acordó en la mesa de concertación de política salarial.
De acuerdo con lo manifestado por el presidente Petro Urrego, el reajuste del salario básico pasará de 16 al 20 por ciento para el nuevo año, en atención a que el índice inflacionario cerrará 2022 cercano al 13%, considerado sin duda el más alto en los últimos 25 años, aunado al rezago de los efectos que dejó la pandemia en la economía de los hogares colombianos, especialmente en los de bajos ingresos.
En su pronunciamiento, el jefe de Estado reiteró: “espero que con este reajustado incremento el salario recupere el poder de compra que se ha perdido con la alta inflación; que igualmente se recupere la dinámica de la productividad promedio de la economía nacional y con ello se eleve la demanda interna en aquellos sectores más vulnerables. Con este reajuste no solo estamos corrigiendo la situación de crecimiento del hambre, sino que de igual forma el nuevo salario se convierta en el motor del crecimiento económico que necesitamos”.
Frente a esto, las reacciones de las diferentes agremiaciones sindicales y obreras no se hicieron esperar y coincidieron en que el Gobierno Nacional está corrigiendo a tiempo una situación que causaría graves afectaciones a los presupuestos de las familias más pobres del país, sobre todo porque las medidas adicionales que se acordaron el pasado 14 de diciembre resultarán difíciles de cumplir en medio de la recesión económica mundial que se vislumbra para el 2023.
Por su parte, el sector de los gremios económicos se mostró sorprendido por la decisión presidencial y solicitó de inmediato que se respetara lo acordado en la mesa de concertación de política salarial.
Finalmente, la clase trabajadora del país destacó la iniciativa del Gobierno y proyectó que para el nuevo año las perspectivas económicas solo serán superadas por la esperanza de trabajar unidos y de consolidar a Colombia como una Nación con equidad y justicia social, donde se recuerda a los Santos Inocentes en esta fecha especial, para que no se pierda la ilusión de tener mejores cambios en el 2023.
COMENTARIOS