Ese tiempo de nuestra vida, comprendido entre la adolescencia y la adultez, se denomina juventud. Sin duda, la mejor estancia de nuestras vidas. Sin embargo, pienso que ser joven tiene mucho de actitud individual y es que ese imperio propio de la edad que tenemos cuando somos jóvenes, puede extenderse en el tiempo, esa llamada fuente de la eterna juventud está dentro de cada uno de nosotros. Solo debemos estimular que cada día se haga presente.
¿Cómo hacerlo? Creyendo en lo que haces, siendo de pensamiento positivo, no hablo de optimismo desmedido, pero sí, de buena vibra, debemos poner entusiasmo a la vida, agradecer lo mucho que tenemos cuando estamos sanos.
Quejarse menos y hacer más ayuda mucho a mantenerse de ánimo. La juventud es esperanza, es sinónimo de fuerza, no por perder la lozanía de la piel, se es viejo, no, de hecho, hay jóvenes con actitud contraria a su edad. Son esos chamos que pierden su tiempo, que no se atreven, no arriesgan y eso no es vivir, eso es existir. Debemos insistir, seguir detrás de nuestro sueño, cada paso cuenta y entender que en el camino, se encuentra el éxito.
Esas ganas de hacer no deben cesar en quien quiere ser jovial, el ejercicio y el descanso, son esenciales para lograr este cometido.
La vejentud por decirle un nombre, solo existe para los demás, quien envejece no lo siente así, es más, le cuesta adaptarse a ciertos cambios, pero en realidad es miedo a lo nuevo. Todo se puede hacer y para vivir experiencias nuevas, de diversa índole, la edad, no es impedimento.
Respecto a este tema, llamó mucho mi atención la preponderancia que ha tomado en los últimos días, el "dinosaurio" y averiguando sobre el porqué de este tema en la actualidad, ocurre cuando los jóvenes están diciendo que quieren ser influecers o tiktokers. Para ellos, las profesiones perdieron vigencia y basan su escogencia por los buenos y rápidos dividendos que dan estos nuevos oficios de manera virtual.
En pocas palabras, eso de estudiar cualquier carrera paso de moda o no es necesario.
Esta precaria visión de la vida moderna nos da un campanazo, pero, ¿qué debemos hacer para revertir está tendencia?
El solo hecho que algunos piensen de esta manera, llama profundamente a la reflexión.
La juventud es esperanza, pensando en el futuro. Sin embargo, muchos jóvenes quieren ser influenciadores para la vida, sin haber vivido. Sin duda, esto es una "vaina loca", para usar su propia jerga.
Sabemos que hay muchos que están estudiando y tratando de superarse de la mejor manera, a ellos debemos apoyar y explicarles lo importante que es la formación y darles a entender que el futuro se labra de a poco. Que no siempre lo fácil y rápido, es lo mejor.
Es necesario explicarles lo que muchas veces creemos que saben y no es así. Vamos a quitarles el teléfono con frecuencia, al menos un breve tiempo para hablar con ellos.
Esta lucha por dar tiempo y recibir tiempo nos la está ganando el teléfono. Esa energía sabrosa, llena de ímpetu y falta de vivencias, llamada juventud, es demasiado valiosa, para perderla en una pantalla.
Por jóvenes con ganas de vivir, hagamos el esfuerzo de ayudarles a vivir el mundo desde su óptica no desde modelos o estereotipos configurados para el consumo y lo superfuo.
Siempre lo digo, ellos , nuestros jóvenes, son así por culpa o negligencia de nosotros mismos. Nos toca decirles e indicarles el camino. Cierto que en las RRSS hay cosas muy buenas pero no son tan fácil de verlas.
¡A vivir!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
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